lunes, 24 de septiembre de 2018

Las enseñanzas de Bill Gates para gestionar un negocio


Se ha hablado mucho sobre el estilo de innovación de Steve Jobs y de Apple, pero las personas, al parecer, olvidaron que uno de los precursores de la revolución tecnológica fue Bill Gates. Conozca la historia de este visionario y las cinco lecciones que él deja para aplicar en los negocios.
Se pueden tener 15, 30, 40 o 60 años. En realidad, independiente a la edad y la generación a la que se pertenezca, en algún momento todos utilizaron algún producto o software de Microsoft: un texto escrito en Word, la planilla de cálculo en Excel y el chat del MSN.
Para tener una idea, el gigante de la tecnología e informática cuenta con la mayor cantidad de computadores repartidos por el mundo. Por cada 10 personas, por lo menos, siete utilizan el sistema operacional creado por la empresa, lo que refuerza el eslogan de la compañía: “un computador en cada mesa y en cada lugar”. Esto, sin tomar en cuenta servicios online, venta de licencias, producción de electrónicos, entre otros.

Si el alcance de Microsoft tiene una proporción difícil de dimensionar, todo esto fue posible por el visionario Bill Gates. A los 16 años ya tenía un negocio y demostraba una característica que lo acompaña hasta hoy: ser un emprendedor nato. Porque Microsoft nació cuando él todavía estaba estudiando en Harvard y decidió seguir su vocación para los negocios al abrir la empresa con Paul Allen, un amigo de la infancia.
El crecimiento de Microsoft fue tan rápido como implacable. En la segunda mitad de 1980, la empresa se convirtió en el niño mimado de Wall Street. No sólo desarrolló lenguajes de programación, sino que pasó a ser una compañía diversificada, producía de todo, desde sistemas operacionales como Windows hasta aplicaciones como Word y Excel, así como herramientas de programación. Todo este éxito permitió que Gates fuera clasificado regularmente como la persona más rica del mundo, posición ocupada por él de 1995 a 2007, y en 2009.
Para Erick Vils, fundador de Web Software, empresa de tecnología de la información de Río de Janeiro, el legado de Bill Gates para el mundo tecnológico es muy importante. “¿Se puede imaginar las alternativas a largo plazo que tendrían las personas y empresas en caso de no haber Windows y millones de softwares compatibles? Microsoft se preocupó siempre del legado y la compatibilidad entre las versiones de sus sistemas. Para nosotros, los fabricantes de software, habría sido una pesadilla tener que adaptar todos los sistemas a cada cambio de sistema operativo o lanzamiento de hardware fabricado por un asiático”, dice Vils.
Una de las características que hacen de Bill Gates exitoso es que aprovecha las oportunidades que aparecen. Para Vidal Olavo Plessmann, coordinador del curso de MBA en Desarrollo de Aplicaciones de Fiap, esta es una de las principales virtudes del CEO de Microsoft. “Gates fue visionario y buscó asociarse con IBM para crear el PC en los años 80”, recuerda.
En esa época, IBM, que era líder del mercado de los ordenadores de alto rendimiento, decidió ingresar al mercado de los computadores sin poseer el sistema operativo. Para eso, firmó un contrato con Microsoft que, en realidad, no poseía el software. Entonces, el todavía joven Bill Gates compró por alrededor de US$ 50 mil un sistema desarrollado por una pequeña empresa. Personalizó y mejoró el programa, transformándolo en MS-DOS. Licenció este producto y lo vendió por US$ 8 millones.

Pero el talento de Gates no consistía sólo en dominar y conocer el mercado del software o en su capacidad de ver las oportunidades. La preocupación por las demás áreas ayudó a Gates a alcanzar todo lo que ha conquistado. “Grandes áreas como logística, distribución, marketing y comercial, a menudo tienen más peso que el área de desarrollo. Microsoft ha sabido hacer esto muy bien durante años”, explica Vils.
Hasta los que no les gusta utilizar Microsoft reconocen su legado. Ese es el caso de André Tenenbaum, director de la agencia de soluciones digitales Zona Internet. “Puedo decir que nunca fui simpatizante de Bill Gates, al igual que los usuarios que no pueden ver las ventajas de una plataforma más amigable que Amiga y Mac. Pero lo admiro por ser un ejecutivo con visión que supo explorar comercialmente su idea y transformar su negocio y los computadores personales en algo para todos”, destaca Tenenbaum.

Las cinco enseñanzas de Gates
Gates, así como Microsoft, se transformó en un ícono muy odiado por algunos y amado por otros. Sin embargo, al frente de Microsoft dejó un legado que traspasa la barrera tecnológica y logra un modelo singular de administración de una empresa. A continuación lo que se puede aprender de él para gestionar un negocio.
1. Dominar el lenguaje: Gates habla el lenguaje de los programadores y es uno de sus triunfos como líder. Conversar con colegas técnicos proporciona un canal abierto de comunicación que permite inspirar a los empleados de Microsoft a volar cada vez más alto.
2. Estar en el lugar y hora correcta: una de las críticas hacia Microsoft es que no es una gran innovadora, sino que se ocupa principalmente de robar ideas de otros. Pese a ello, lo que la compañía hace es reconocer el potencial de las ideas y comercializarlas. Gates siempre estaba enterado de todo lo que pasaba a su alrededor, de forma de aprovechar una oportunidad, potenciarla y avanzar en el negocio.
3. Contratar gente muy inteligente: “Personas con alto QI” es una expresión que Microsoft utilizaba para designar a los más brillantes. Desde el inicio, Gates siempre buscó las mejores mentes. Él sabía que tener un equipo vencedor sería fundamental para lograr el éxito, y él buscaba a ese equipo.
4. Mantener la sensación de una compañía pequeña: en el inicio de Microsoft, Gates llegó a la conclusión de que el mejor software era creado por pequeños grupos de desarrolladores. Su idea siempre fue valorizar cada equipo para que produjeran más. “Aunque somos una empresa grande, no podemos pensar así o estaremos muertos”, decía Gates.
5. Ser apasionado por lo que se hace: la pasión por Microsof, así como por cada servicio y producto creado, estuvieron presentes durante la trayectoria de Bill Gates al frente de la compañía. Ese fue uno de los grandes combustibles para que la empresa consiguiera mantenerse tanto tiempo como las líderes en tecnología.
Fuente: Fabio Bandeira de Mello, Administradores.com


lunes, 17 de septiembre de 2018

¿Sabes como incrementar La Productividad a través de las Emociones Positivas?




Que las EMOCIONES influyen y condicionan nuestra percepción de las cosas es una idea altamente contrastada y reconocida, al igual que también tienen un impacto muy elevado en nuestra toma de decisiones y por lo tanto en los resultados que obtenemos en cada situación a la que nos enfrentamos.
La relación del Estado Emocional en la Productividad de los equipos
Sin embargo, hoy me gustaría reflexionar sobre la incidencia que dichas EMOCIONES poseen en los entornos profesionales y como condicionan los resultados y los objetivos que la organización persigue.
Dado que las EMOCIONES son elevadamente contagiosas, la interacción de emocionalidades individuales conformará una emocionalidad colectiva propia e independiente. Esta, retorna sobre las personas influyendo sobre sus estados emocionales individuales y generalmente terminará por imponerse. A quien no le ha ocurrido alguna vez que se ha levantado de la cama con ganas de comerse el mundo, se ha dirigido a su trabajo y apenas 45 minutos después de comenzar la jornada laboral ya se ha contagiado de una cascada de EMOCIONES negativas de sus compañeros, su jefe o sus clientes, haciendo que cambie por completo su estado interno y condicionándole el resto del día.
¿Afrontaremos los problemas de la misma manera cuando existe en nuestra organización un clima de confianza, alegría y respeto que cuando es la tristeza, el victimismo, la ira o el miedo lo que mueve a las personas? ¿Atenderemos de la misma manera a los clientes? ¿Y a nuestros compañeros? Obviamente no, pero ¿existen datos al respecto? ¿Se puede cuantificar su impacto?
Hace unos cuantos años, la consultora Hay-McBer preguntó a un grupo de empleados de múltiples compañías por su interacción con sus responsables directos, y por aspectos relacionados con el clima laboral de cada uno de sus equipos. Un análisis de los datos obtenidos arrojó que entre el 50% y el 70% de la percepción de los empleados sobre el clima laboral estaba relacionada con las habilidades emocionales del líder.
Habilidades como la autoconfianzala empatíaactuar como agentes del cambiola capacidad para establecer vínculos con otras personasresolver conflictos adecuadamenteel autocontrol emocional o las habilidades de comunicación, tienen un impacto enorme en el clima laboral de los equipos y lo que es todavía más esclarecedor, este estudio también nos propone que dicho clima laboral puede representar entre un 20% y un 30% de la productividad de dicho equipo. Y sin embargo, en la mayoría de las compañías, continúa haciéndose caso omiso a estas variables porque se tiene la creencia de que al final los números más o menos saldrán, aunque el entorno no sea del todo propicio para las personas.
Habitualmente nos centramos en planes de acción, protocolos de actuación, tareas y acciones, sin ser conscientes que el estado emocional de un equipo expande o contrae su talento, e influye altamente en su desempeño y en sus resultados.
Las personas rinden más y se sienten mejor, cuando gozan de unas relaciones agradables con sus compañeros y con las organizaciones. Por supuesto que también se enfrentarán a situaciones complejas y problemáticas, sin embargo, si el clima laboral es el adecuado, se enfrentarán en mejores condiciones a ellos.
Como la emoción impulsa a la acción, tiene mucho sentido que invirtamos un pequeño tiempo en analizar y tomar consciencia de la emoción desde la que nuestros equipos están actuando, para así poder plantear cualquier tipo de cambio o mejora en la organización.
Esta puede ser la enorme diferencia entre aquellos proyectos que nacen y se implantan prácticamente sin vida, y aquellos que lo hacen con un plus de energía y vitalidad, incrementando la probabilidad de que resulten exitosos...Y tu organización ¿Qué emoción está sintiendo en estos momentos?

lunes, 10 de septiembre de 2018

Google analizó 180 equipos de trabajo, los mejores tenían estas 5 cualidades



Google evaluó durante dos años la dinámica de más de 180 equipos de trabajo, querían descubrir qué los hacía exitosos y que hábitos manejaban estas organizaciones para destacarse del resto. ¿Se trata solo de reunir a los mejores?, ¿del clima organizacional? ¿o del liderazgo?
El encargado de dirigir el estudio fue Abeer Dubey, director de analítica de personas (HR) de Google, reclutó estadísticos, psicólogos organizacionales, sociólogos, ingenieros e investigadores para ayudar a resolver el enigma que envuelve el éxito de las grandes corporaciones.
Su primera conclusión fue “estábamos equivocados”, refiriéndose a la tesis de que los mejores equipos de trabajo reclutan a los más destacados profesionales.
Esto es lo que halló la exhaustiva investigación de este gigante de la información:
1. Confiabilidad
Los miembros del equipo hacen las cosas a tiempo y cumplen con las expectativas.
2. Estructura y claridad
Los equipos de ALTO RENDIMIENTO tienen objetivos claros y tienen roles bien definidos dentro del grupo.
3. Significado
El trabajo tiene un significado personal para cada miembro.
4. Impacto
El grupo cree que su trabajo tiene un propósito y tiene un impacto positivo en el bien común.
5. Seguridad psicológica
Google descubrió que los equipos con entornos psicológicamente seguros tenían empleados que tenían menos probabilidades de irse, más probabilidades de aprovechar el poder de la diversidad y, en última instancia, tenían más éxito.
Sí, ciertamente no hay fórmula mágica para diseñar el equipo perfecto, pero tener en cuenta estos cinco componentes aumenta las probabilidades de consolidar un team fuerte, sano y comprometido con la visión de una empresa.



lunes, 3 de septiembre de 2018

¿Sabe usted las graves consecuencias en su crecimiento y desarrollo, por tener su Smartphone cerca, aunque esté apagado?




"Guarde su teléfono" se ha convertido en una frase común que muchas veces ya ni se dice. A pesar de querer disfrutar el momento, en general hacemos todo lo que está en nuestra mano para hacer justo lo contrario.
Sacamos nuestros teléfonos para hacer fotos en medio de comidas familiares festivas y enviamos mensajes de texto o actualizamos nuestros perfiles de redes sociales en medio de una cita o mientras miramos una película.
Al mismo tiempo, a menudo nos vemos interrumpidos pasivamente por las notificaciones de correos electrónicos o llamadas telefónicas. Está claro que interactuar con nuestros smartphones afecta a nuestras experiencias.
¿Pueden nuestros teléfonos inteligentes afectarnos incluso cuando no estamos interactuando con ellos, simplemente al tenerlos cerca?
En investigaciones recientes, investigamos si el mero hecho de tener un smartphone propio en un lugar cercano podría influir en las capacidades cognitivas.
En dos experimentos de laboratorio, casi 800 personas completaron tareas diseñadas para medir su capacidad cognitiva. En una tarea, los participantes completaron problemas matemáticos simultáneamente y memorizaron letras al azar. Esto demuestra lo bien que pueden realizar un seguimiento de la información relevante cuando se involucran en una tarea cognitiva compleja.
En la segunda tarea, los participantes vieron un conjunto de imágenes que formaban un patrón incompleto y eligieron la imagen que mejor lo completaba. Esta prueba mide la "inteligencia fluida" o la capacidad de las personas para razonar y resolver problemas novedosos. El rendimiento en ambas pruebas se ve afectado por los recursos mentales disponibles de las personas.
Nuestra intervención fue simple: antes de completar estas tareas, les pedimos a los participantes que colocaran sus teléfonos frente a ellos (boca abajo en sus escritorios), que los guardasen en sus bolsillos o bolsos o que los dejaran en otra habitación. Es importante destacar que todos los teléfonos tenían apagadas las alertas de sonido y estaban sin vibración, así que los participantes no podían ser interrumpidos por las notificaciones.
Los resultados fueron sorprendentes: las personas que completaron estas tareas mientras sus teléfonos estaban en otra sala tuvieron el mejor rendimiento, seguidas de aquellos que dejaron sus teléfonos en sus bolsillos.
En último lugar estaban aquellos cuyos teléfonos estaban en sus escritorios. Vimos resultados similares cuando los teléfonos de los participantes estaban apagados: las personas se desenvolvían peor cuando sus teléfonos estaban cerca, y los que mejor desempeño tenían eran los que estaban lejos del dispositivo, en una habitación separada.
Por lo tanto, simplemente tener sus smartphones en el escritorio condujo a un pequeño, pero estadísticamente significativo, deterioro de la capacidad cognitiva de los individuos, similar a los efectos de la falta de sueño.
Esta capacidad cognitiva es fundamental para ayudarnos a aprender, razonar y desarrollar ideas creativas. De esta forma, incluso un pequeño efecto en la capacidad cognitiva puede tener un gran impacto, considerando los miles de millones de propietarios de teléfonos inteligentes que tienen sus dispositivos presentes en innumerables momentos de sus vidas.
Esto significa que en estos momentos, la simple presencia de nuestros teléfonos inteligentes puede afectar negativamente a nuestra capacidad de pensar y resolver problemas, incluso cuando no los estamos utilizando, cuando no los estamos mirando, cuando están boca abajo e incluso, cuando están apagados por completo.
¿Por qué los teléfonos inteligentes son tan molestos, incluso cuando no están vibrando o alertándonos con notificaciones?
Los costes de los smartphones están inextricablemente vinculados a sus beneficios. El inmenso valor que ofrecen los teléfonos inteligentes, como centros personales que nos conectan entre sí y con prácticamente todo el conocimiento colectivo del mundo, los ubica necesariamente como importantes y relevantes para numerosos aspectos de nuestra vida cotidiana.
La investigación en Psicología Cognitiva muestra que “los humanos aprenden a prestar atención automáticamente a las cosas que son habitualmente relevantes para ellos, incluso cuando se centran en una tarea diferente”.
Por ejemplo, incluso si participamos activamente en una conversación, giraremos la cabeza cuando alguien diga nuestro nombre al otro lado de la sala. De manera similar, los padres automáticamente reaccionan a la vista o el sonido del llanto de un bebé.
Nuestra investigación sugiere que, de alguna manera, la simple presencia de nuestros teléfonos inteligentes es como el sonido de nuestros nombres: constantemente nos llaman, ejerciendo una atracción gravitatoria sobre nuestra atención.
Si alguna vez ha sentido un "zumbido fantasma", está claro que usted sabe de lo que hablamos. Los intentos de bloquear o resistir esta atracción tienen un coste al perjudicar nuestras capacidades cognitivas. En un giro conmovedor, esto significa que cuando tenemos éxito en resistir el impulso de mirar nuestros smartphones, en realidad podemos estar minando nuestro propio rendimiento cognitivo.
¿A usted le afecta esto? Lo más probable es que sí.
Piense en la reunión o conferencia más reciente a la que haya asistido: ¿alguien tenía su smartphone sobre la mesa? Piense en la última vez que fue al cine, salió con amigos, leyó un libro o jugó a un juego: ¿estaba su smartphone cerca de usted?
En todos estos casos, el simple hecho de tener presente su teléfono inteligente puede haber perjudicado su funcionamiento cognitivo.
Nuestros datos también muestran que el impacto negativo de la presencia del smartphone es más pronunciado para las personas que ocupan un alto puesto en la métrica que captura la fuerza de conexión a sus teléfonos, es decir, aquellos que están de acuerdo con afirmaciones como: "Tendría problemas para pasar un día normal sin mi teléfono móvil"; y "Me resultaría difícil no usar mi teléfono móvil por un día".
En un mundo en el que la gente sigue dependiendo cada vez más de sus teléfonos, es lógico esperar que este efecto se convierta en realidad de forma más fuerte y más universal.
Está claro que no somos los primeros en tomar nota de los costes potenciales de los smartphones. Piense en la cantidad de muertes asociadas con conducir mientras se habla por teléfono o envía mensajes de texto o por enviar mensajes de texto mientras camina. Incluso escuchar el sonido de su teléfono mientras está ocupado haciendo otra cosa puede aumentar su ansiedad.
Saber que hemos perdido un mensaje de texto o una llamada nos lleva a deambular y esto puede afectar el rendimiento en tareas que requieren atención por largos periodos de tiempo y vulneran nuestro disfrute.
Más allá de estas consecuencias cognitivas y relacionadas con la salud, los smartphones pueden perjudicar nuestro funcionamiento social: tener su smartphone desconectado puede distraerlo durante las experiencias sociales y hacerlas menos placenteras.
Con todos estos costes en mente, sin embargo, debemos considerar el inmenso valor que ofrecen los teléfonos inteligentes.
En el transcurso de un día, puede usar su smartphone para comunicarse con amigos, familiares y compañeros de trabajo; ordenar productos online; conocer la previsión del tiempo; acciones comerciales; leer MBP; orientarse en un mapa y más.
Evidentemente, los smartphones aumentan nuestra eficiencia permitiéndonos ahorrar tiempo y dinero, conectándonos con los demás, facilitándonos ser más productivos y ayudándonos a entretenernos.
Entonces, ¿cómo resolvemos esta tensión entre los costes y beneficios de nuestros teléfonos inteligentes?
Los smartphones tienen distintos usos. Hay situaciones en las que nuestros teléfonos inteligentes brindan un valor clave, como cuando nos ayudan a contactar a alguien a quien intentamos encontrar o cuando los utilizamos para buscar información que nos puede ayudar a tomar mejores decisiones. Esos son buenos momentos para tener nuestros teléfonos cerca.
Pero, en lugar de que los teléfonos inteligentes se hagan cargo de nuestras vidas, debemos retomar las riendas: cuando nuestros smartphones no son estrictamente necesarios, y cuando estar cognitivamente accesible por completo es importante, dedicar un período de tiempo para guardarlos, en otra habitación, puede ser bastante valioso.
Con estos hallazgos en mente, los estudiantes, empleados y CEO pueden desear maximizar su productividad definiendo ventanas de tiempo durante las cuales planean separarse de sus teléfonospermitiéndoles realizar tareas que requieren una reflexión más profunda.
Además, pedir a los empleados que no usen sus teléfonos durante las reuniones puede no ser suficiente. Nuestro trabajo sugiere que tener reuniones sin teléfonos presentes puede ser más efectivo, aumentando el enfoque, la función y la capacidad de encontrar soluciones creativas.
En términos más generales, todos podemos ser más hábiles y cognitivamente adeptos en nuestra vida cotidiana si simplemente nos alejamos de nuestros smartphones.

Con el apoyo de
Kristen Duke, Adrian Ward, Ayelet Gneezy , Maarten Bos