La Tristeza,
Desilusión, Rabia o Malestar, tiene implicaciones, científicamente comprobadas, que son nefastas para nuestra salud. ¿Cómo evitar esto?
Les
quiero contar sobre un experimento científico que me tiene gratamente
sorprendido.
En 1995,
el neurocirujano y profesor de la Escuela Médica de Harvard Álvaro Pascual-Leone dividió a varias personas en
dos grupos.
Al primer grupo le
enseñaron a tocar una secuencia en un piano, usando los cinco dedos de una
mano. Ellos practicaron la misma secuencia durante cinco días seguidos, dos
horas diarias.
Al segundo grupo le
enseñaron la misma secuencia, pero jamás tocaron el teclado; practicaron las
mismas dos horas y los mismos cinco días… pero solo en la mente de cada
individuo. Al final del experimento
analizaron los efectos sobre el cerebro de ambos grupos.
No los
voy a aburrir con la terminología científica, pero sí les voy a resumir lo que
pasó. El efecto sobre el cerebro en quienes tocaron el piano y sobre los que
simplemente se imaginaron tocándolo fue
casi el mismo.
El cerebro
de los participantes se “expandió”
por el nuevo conocimiento adquirido, y en ambos grupos se iluminaron las mismas
partes del cerebro, como si hubieran hecho exactamente lo mismo.
¡En pocas palabras, encontraron que el entrenamiento mental tuvo igual efecto que el entrenamiento físico...!!!
¿Se
imaginan lo importante que es interiorizar esta valiosísima información? ¿Saber
que nuestros pensamientos tienen un
efecto directo y palpable sobre nuestro cuerpo? ¡Esto nos da un poder infinito sobre nuestra
salud, felicidad y vida, en general...!!!
Si nos
quedamos estancados en los
pensamientos negativos del pasado, de la dura niñez que tuvimos, del profesor
que nos menospreció o de la pareja que nos dejó por otra/o, nuestro cuerpo no
sabe si esos eventos sucedieron en el pasado o si aún seguimos en esos estados
de dolor.
Y permanecer
en ‘modo’ tristeza, desilusión, rabia o malestar, tiene
implicaciones, científicamente
comprobadas, que son nefastas para nuestra salud.
Por el
contrario, si estamos viviendo un momento difícil, pero logramos concentrarnos
en la gratitud y el perdón, y enfocarnos en el lado positivo, nuestro cuerpo
reaccionará consecuentemente.
Si somos
capaces de sentir lo maravilloso que será nuestro futuro desde ya, el cuerpo
empezará a gozar en el presente como si estuviera pasando.
Hoy te pregunto, ¿en
qué estás pensando?
Seamos
conscientes de todo lo que pasa por nuestra cabeza, porque es imposible vivir
una vida positiva si la mente está llena de pensamientos negativos.
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