lunes, 15 de agosto de 2016

¿Cómo reconocer a un empleado excepcional?

8 indicadores para reconocer a un empleado excepcional

No son únicamente las habilidades profesionales ni la experiencia laboral lo que configura el perfil que podríamos calificar como “empleado excepcional”: la excepcionalidad va de la mano de una serie de actitudes y rasgos de la personalidad capaces de marcar la diferencia. Y ser capaz de detectar estos rasgos y actitudes resulta fundamental para un jefe que quiera retener y premiar el talento en su compañía.
Y es que una compañía en la que sus responsables no sean capaces de detectar quién está comprometido con la misma o en la que no se muestra interés en premiar a quien está dispuesto a asumir responsabilidades y hacer el esfuerzo extra (que puede llegar a separar el éxito del fracaso) será en poco tiempo una empresa fallida incapaz de atraer a trabajadores excepcionales (ni sencillamente buenos).
Por eso resulta fundamental que seamos capaces de reconocer los indicadores que señalan la presencia de gente excepcional en las filas de nuestra empresa:
1. Solucionan lo que está roto
Para un empleado excepcional, “lo hacemos de ese modo porque así se ha hecho siempre” no es un argumento válido. Tanto si descubre un mueble roto como si se encuentra de bruces con un procedimiento ineficiente, no se desentenderá para “que lo arregle otro”.
Tampoco se trata de que se eche a la espalda todos los problemas de la empresa, sino de que no los dejen pasar y se preocupen de ponerlos en conocimiento de quien puede hacer algo por solventarlos, sea un compañero o un superior.
2.                       Son capaces de anticiparse a las necesidades del equipo (y de ayudar a los compañeros)
Un empleado excepcional es capaz de “pensar en grande” y anteponer los objetivos del equipo no ya sólo por encima de los individuales, sino como un requisito para cumplir con estos últimos. Esto es, es alguien capaz de pensar desde el “nosotros”.
Por ello, se mostrará preocupado por el trabajo de todo el equipo, mostrándose dispuesto a formar y auxiliar a los nuevos empleados (y, en general, a todo aquel que lo necesite).
3.                       Mantienen su ego bajo control
Un empleado excepcional supedita su ego al éxito del proyecto. No se trata de que no busque reconocimiento (se trata de un impulso tan legítimo como útil), sino de que impida que el ansia por figurar repercuta negativamente en la empresa. Y, desde luego, estará siempre dispuesto a dar su brazo a torcer cuando se le demuestre que no tiene razón.
Un empleado así sabe que ser excepcional no es lo mismo que ser perfecto, y será el primero en dar el paso de reconocer un error: no hay mejor indicativo del potencial para mejorar que reconocer la necesidad de hacerlo.
4.                       Piensan a largo plazo
La excepcionalidad no la confiere una única acción. Si un empleado piensa eso (o, peor aún, si se le hace creer eso) lo más probable es que se relaje y deje de exprimir su potencial. Un empleado excepcional sabe que deberá seguir demostrando su valía más allá del éxito inicial. Y no sólo eso: es bien consciente de que ninguna carrera de éxito es constante, y está siempre preparado para lidiar con los baches.
5.                        Son capaces de lidiar con los conflictos
Un buen empleado nunca buscará crear un conflicto, pero será capaz de manejar uno si la situación lo requiere. Así, por ejemplo, nunca recurrirá al ataque personal como medio para lograr sus fines, pero los resistirá con filosofía si lo que está en juego es un objetivo importante para la empresa. En el día a día de la compañía, le verás defender su postura con calma y firmeza.
6.                       Saben mantenerse a salvo de la gente tóxica
La gente tóxica es una plaga extendida: no hay empresa ni organización, por bien estructurada que se muestre, que no albergue a alguna persona tóxica agazapada. Dentro de la empresa, probablemente el empleado excepcional sea su víctima favorita, pero también será la persona mejor preparada para lidiar con esa clase de “compañeros”.
Un buen empleado logrará centrarse en las personas de su entorno que le permitan seguir construyendo, evitará ser arrastrado al barro por los comentarios y acciones negativas.
7.Preguntan
Parece mentira que algo tan simple sea un indicativo de excepcionalidad, pero lo cierto es que no son pocos los problemas de las organizaciones que tienen como principal razón la negativa a preguntar.
Un buen empleado sabe que una pregunta nunca será estúpida si evita tomar una decisión estúpida, ni sentirá vergüenza a la hora de pedir aclaraciones. Tampoco tendrán problema en preguntar algo cuya respuesta ya conocen si piensan que eso sirve para que otro compañero esté mejor informado.
8.                       Son capaces de mantenerse concentrados en lo fundamental
En las escuelas de pilotos se les suele dar un consejo a los aspirantes: “Cuando las cosas vayan mal, recuerda mantener en el aire el avión”. Lo que podría parecer una perogrullada no lo es en absoluto, puesto que más de un accidente ha ocurrido como consecuencia de que la tripulación estaba más centrada en un imprevisto poco relevante mientras se desatendían comprobaciones verdaderamente urgentes.
El buen empleado comprende que los enfrentamientos dentro de la oficina o las quejas de clientes malhumorados constituyen obstáculos, pero no dejan por ello de enfocarse en sus responsabilidades y de ofrecer soluciones para sacarlas adelante.

domingo, 14 de agosto de 2016

Millonarios sin estudios universitarios

Vivimos en una sociedad donde los títulos académicos tienen mucho peso y es una paradoja en toda regla que las personas más preparadas del mundo quieran trabajar para personas que no acabaron la universidad. Si la sociedad actual da tanta importancia a los diplomas ¿por qué estas personas han llegado tan lejos?

Memorizar en plena era de la información, hay algo más inútil?

El sistema educativo actual está anticuado, se basa en memorizar datos, algo bastante inútil en plena era de la información. ¿Para qué necesitamos memorizar una cantidad ingente de datos si podemos acceder a la información que necesitamos desde un simple Smartphone? ¿No sería mejor y más productivo enseñar a gestionar información en vez de memorizar? Estas preguntas rondan la mente de cualquier persona que sienta que algo falla en el sistema educativo.
 Excusa: Antes las cosas eran más fáciles
Cuando analizamos las edades de los líderes empresariales que mencionamos en la infografía, muchos tienen más de 50 años. Este dato nos hace pensar que “antes las cosas eran más sencillas”. Esta afirmación es falsa. Tenemos el caso de Mark Zuckerberg que abandonó sus estudios para fundar Facebook o el caso de David Karp, el cual dejó los estudios con 15 años para fundar Tumblr. Son jóvenes emprendedores millonarios antes de los 25 años.

No son los primeros, ni serán los últimos. Cada vez hay una brecha más grande entre lo que se enseña en los centros de estudios y lo que se aplica en “la vida real”. Aunque se está modificando el sistema de aprendizaje hacia una enseñanza dual, mezclando clase y prácticas desde el primer día, se siguen dando auténticas paradojas en la sociedad.

Tres carreras y un máster, lo normal

No son pocas la universidades que ofrecen grados dobles e incluso ¡grados triples!, si has oído bien, chavales con 24 años con 3 carreras universitarias y un máster. En los años 90, una persona con 2 carreras era un erudito prácticamente, era considerado algo excepcional, ahora parece que los títulos universitarios se regalan con una bolsa de pipas.

¿Qué sucede cuando en el mercado hay un exceso de oferta? Inflación. Esto es lo que sucede en nuestra sociedad actual, inflación de títulos universitarios. Panaderos con dos carreras, repartidores de pizzas con un máster y mientras la sociedad aplaudiendo el coleccionismo de títulos académicos.

La educación es la clave de la prosperidad.

No me malinterpretéis, no os estoy incitando a que abandonéis vuestros estudios, todo lo contrario, os animo a que lo hagáis. Yo apoyo el “long life learning”, estudiar durante toda la vida, reciclarse es la clave si quieres ser competitivo. Tan sólo critico el rumbo que llevamos encaminado, donde se valora el título y no la experiencia. Los conocimientos se pueden obtener de muchas maneras y posiblemente la más efectiva es la práctica. La experiencia de años en un sector debería estar mucho más valorada en las empresas, ya que mientras sigamos prefiriendo a un “niño de 4 carreras y 20 máster” a un trabajador de 45 años y amplia experiencia, no prosperamos nunca.

 




viernes, 5 de agosto de 2016

¿Recién egresado y buscando empleo?


Terminar una licenciatura o carrera técnica es el objetivo de muchos jóvenes. ¿Pero qué sucede cuando después de invertir esfuerzo, tiempo y dinero en educación, no logramos encontrar un buen empleo?

Le llamamos ‘crisis del recién egresado’ a esta etapa difícil que enfrentan jóvenes profesionistas para integrarse al mercado laboral. Tienen altas expectativas sobre su futuro profesional, pero tienen poca o ninguna experiencia y dificultad para colocarse. El resultado: estrés, frustración y rezago.

Al menos 6 de cada 10 empleadores no cierra un acuerdo de trabajo con un recién egresado por considerar que este desconoce cómo alinear sus habilidades y lo que ha aprendido, a las necesidades del puesto y de la empresa.

Las empresas no siempre tienen la oportunidad de asumir el tiempo y el costo de formación de un recién egresado. Eso demanda, de entrada, mayor habilidad por parte del candidato para proyectar al empleador los resultados que podría dar si es contratado.

En MASTER BUSINESS te damos algunas ideas clave para reducir el impacto de la ‘crisis del recién egresado’ en tu vida profesional:

Primeros pasos, primeros consejos. Iniciarse en la vida laboral genera cierto sentimiento de temor, que tiene como consecuencia inhibirse en los primeros encuentros con el empleador. Sin embargo, es importante recordar que esta persona, durante las entrevistas, “compara” y ante candidatos iguales, con la misma formación y aptitudes, gana EL QUE MEJOR REALIZA SU VENTA PERSONAL.

“No saber venderse” hace que 24% de los empleadores descarte a una persona. En contraste, sólo 2 de cada 10 candidatos RECONOCE SABER CÓMO HABLAR DE SUS CUALIDADES SIN SOBREVENDERSE. Trabajar en crear una marca profesional es uno de los primeros pasos a dar cuando se egresa de la universidad, y se buscan oportunidades laborales o de emprendimiento, más no es lo único.

Por ello, MASTER BUSINESS te recomienda considerar otras actividades al terminar tu formación, y que te ayudarán a enrolarte de mejor forma en el proyecto elegido. (Pregunta por nuestros programas de Franquicias y desarrollos de emprendimientos)

Aprende a hacer un buen currículum. No tener experiencia no es pretexto. Enfoca tu primer CV en logros escolares y objetivos laborales a futuro, de ese modo el reclutador identificará tu afinidad con el puesto y conocerá tus competencias.

Empieza a trabajar cuanto antes. Muchas empresas están en busca de talento fresco, y aunque no ofrecen un gran salario, permiten a estudiantes de últimos semestres y recién egresados obtener experiencia e incluso ser contratados más adelante. No dejes la búsqueda de empleo para después: realiza prácticas profesionales o aplica para un puesto de becario.

Investiga cómo se pagan tus conocimientos. Hay áreas laborales que son bien remuneradas, incluso para los recién egresados. Se trata de sectores de alta demanda de profesionistas como ingenierías y ciencias exactas.
Pero hay otros mercados laborales con más profesionistas que puestos de trabajo, ahí es cuando se reducen los salarios. Investiga cómo y cuanto se paga en tu profesión para que cuando busques empleo tengas una expectativa real de la remuneración que podrás percibir.

¿Qué hago diferente a otros? Entre los primeros aspectos que puedes esperar al salir al mercado laboral es que habrá miles de candidatos “similares a ti”; con la misma formación, escuela de procedencia, intereses por desarrollar carrera en un sitio.
Es el momento de iniciar TU MARCA PERSONAL. Define qué habilidades te hacen diferente y responde cómo alinear esa destreza al puesto de interés y aportando valor a la empresa. Ejemplo: quizá el puesto requiere dominio de cierto idioma y tú, a diferencia de otro candidato, reúnes la destreza, con lo cual la empresa se evita invertir en ese aprendizaje.

Aprende más de lo que te enseñan en la escuela. De acuerdo con investigaciones realizadas por MASTER BUSINESS, la razón principal por la que las empresas no cubren sus vacantes, es por falta de conocimientos de los candidatos. Tu formación universitaria es valiosa, pero el mercado laboral actual demanda cada vez más competencias, por ejemplo, el dominio del inglés, uso de programas de cómputo especializados, habilidades de comunicación y administración de proyectos entre otros. Identifica los conocimientos clave en tu industria y busca un Diplomado o Certificación que te permita adquirirlos.

Aplícate con otro idioma. Hablando de esta competencia, resulta que sólo 12% de las empresas en América Latina está satisfecha con el manejo de inglés que tienen sus empleados con grado universitario, según datos del British Council. Conocer este idioma no es opción sino requisito indispensable dado la internacionalización de los negocios ¿por qué esperar hasta que sea urgente para elegir inglés o cualquier otra opción aplicable a tu industria?

Cuida tu imagen: personal y virtual. No solo importa verse profesional a la hora de la entrevista. Revisa tus redes sociales, tus perfiles en línea y tu información en la red, los reclutadores, igual que tú, están más conectados a la red y buscarán más información sobre ti.

Búscate un mentor. Un mentor cumple muchas funciones, entre ellas esponsorear a la persona para crecer en la empresa y dar retroalimentación sobre las decisiones laborales. Valora ¿quién de tu entorno (o empresa, si ya tienes empleo)? puede asesorarte, a partir de su pericia profesional y redes en el mercado.

No dejes trunca tu preparación profesional. Si no has terminado tu carrera, es momento de retomar tus estudios, actualmente existen opciones online que te facilitan estudiar y trabajar al mismo tiempo. ¿Es la Universidad una buena inversión? Aunque no es el único camino para triunfar en la vida, una persona con carrera universitaria gana en promedio 74% más que quienes solo terminaron el bachillerato.
Aunque el panorama te parezca desalentador, recuerda una cosa: todos los grandes profesionistas, emprendedores y líderes de hoy empezaron en algún lugar y vivieron historias de fracaso.