lunes, 3 de diciembre de 2018

La importancia de educar hijos con Espíritu Emprendedor


Hay un refrán popular que dice que «lo que se hereda no se roba». Por eso, un niño que crece en un hogar donde los padres sobresalen por su carácter emprendedor, tiene más oportunidades de ser un espíritu que ame la independencia en todos sus órdenes, incluyendo el profesional y económico. El reto es «cómo criar hijos con los valores suficientes para que ser emprendedor y empresario sea una posibilidad real y valiosa».



Hay varios consejos a tener en cuenta si aspiramos a que nuestros hijos no se conviertan «en esclavos tempranos de la frágil seguridad de un salario». El primero es «asumir que incentivar a los niños a generar ingresos propios con negocios chiquitos, como rifas o venta de dulces en el colegio, la familia o vecinos, es importante pero no suficiente». Hay otros aspectos, tanto o más importantes, que pueden ayudar al desarrollo de las capacidades emprendedoras de los niños.
Estos son los consejos de algunos expertos empresarios, según recoge el Wall Street Journal:

- Espíritu de aventura

Para Arthur Blank, cofundador de Home Depot Inc.los padres motivan a sus hijos cuando los incitan a explorar su entorno y no dejar que se conformen demasiado. Esto puede lograrse haciéndoles preguntas constantes para fomentar un intelecto inquieto. Blank agrega: «cómpreles los juguetes adecuados, con los que los niños deben averiguar por sí mismos lo que deben hacer». Y cuando vayan de vacaciones, «pruebe diferentes restaurantes fuera del tipo de comida al que están acostumbrados».
Otro emprendedor exitoso, Pierre Omidyar, creador de eBay Inc., coincide con Blank: «Nuestros hijos parecen prosperar en situaciones (...) que les permiten descubrir el mundo que les rodea en sus propios términos».

- Formales y estables

Para la profesora del Babson College, especializada en emprendimientos familiares, Pramodita Sharma, agrega dos cualidades importantes que los padres deberían fomentar en sus hijos: ser escrupulosos y emocionalmente estables. Para lograrlo, deberían insistir en que los chicos completen tareas de alta calidad en los plazos prometidos, ya sean deberes, actividades extracurriculares o trabajos en la casa. Y los padres, a su vez, ser ejemplo, demostrando control cuando las emociones se desbordan.

- Observadores

Los padres deben ayudar a sus hijos a reconocer que su mundo está lleno de oportunidades de negocio y que identificarlas sólo requiere de observación atenta y creatividad.
Para Christine Poorman, directora ejecutiva de Network for Teaching Entrepreneurshipes importante animar a los estudiantes a que paseen por sus vecindarios y evalúen las necesidades empresariales. Y puso como ejemplo a una alumna que concluyó que los almacenes y las ferreterías de su barrio no tenían suficiente presencia en línea, así que les creó logotipos y sitios web.
Para el empresario inmobiliario Sam Zell, un emprendedor«siempre ve problemas y luego soluciones». «Cuando tenía 12 años, mis padres se mudaron de Chicago a un suburbio», recuerda Zell. «Cada día iba a la ciudad en tren después de la escuela para ir a mis clases de religión judía. Me di cuenta que debajo de las vías elevadas del tren vendían revistas Playboy. Las compraba a 50 centavos de dólar cada una y luego las llevaba a los suburbios donde se las vendía a mis amigos por US$3. Fue mi primera lección sobre la oferta y la demanda».

- Saber jugar en equipo

Los deportes pueden ser una estupenda aula de clases para los valores de emprendedores. Para Blank, de Home Depot, «los deportes enseñan lo importante que es el trabajo en equipo. La semilla para la idea de Home Depot salió de mí y de Bernie (Marcus), pero también necesitamos que otras personas creyeran en el proyecto para entrar en juego».
Pero también los deportes solitarios pueden ser fuente de enseñanza e inspiración. Jim Koch, fundador de la cervecera Boston Beer Co., cree que su afición al montañismo fue un pilar en su carrera empresarial. «Los alpinistas se parecen mucho a los emprendedores. Están dispuestos a correr un riesgo y una vez ahí, se vuelven cuidadosos y tratan de reducir el peligro», explica Koch.

El ejemplo de los padres

Tal vez, el punto más importante. Dar el ejemplo personal es lo más valioso que les podemos enseñar a nuestros hijos sobre emprendimiento. Arthur Blank reconoce la influencia positiva de sus padres: «Crecí con ejemplos de carne y hueso de emprendedores», recuerda. «Mi padre tenía 39 años cuando empezó un negocio de farmacia mayorista. Murió a los 44, cuando yo tenía 15 años. Mi madre, que entonces tenía 37, no tenía experiencia de negocios pero asumía riesgos a su manera. Expandió la empresa y luego la vendió a una firma más grande».

















Seguramente no son los únicos puntos a considerar, y aun poniéndolos en práctica tampoco asegure que nuestros hijos sean personas que anhelen llevar las riendas de su destino en sus propias manos. «Pero es un riesgo que vale la pena correr. Y sabemos que emprender implica también es asumir riesgos», concluye Berenstein.





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