Un
adagio que se repite en el mundo es aquel que Dios, es tan inteligente, que ha
hecho al ser humano con dos orejas y una sola boca, es decir, para comunicar es más importante escuchar que hablar
Querido
Líder, tu capacidad de comunicar es tu destino, porque si no comunicas no influyes, y
si comunicas mal, influyes mal.
La gestión de personas (74,5%) y la comunicación (60%) son los aspectos
claves que debe poseer la alta dirección de una empresa». Y ambas cosas van de
la mano. Pero la comunicación, para ser fértil, comienza por saber
escuchar.
Es importante saber hablar. Y hablar bien. La elocuencia
juega un papel en la facilidad de persuasión para vender las propias ideas.
Pero son raras las personas que saben escuchar. Escuchando se aprenden
muchas cosas, no sólo sobre lo que habla el interlocutor, sino también sobre lo
que la persona es.
Saber a quién tiene uno enfrente facilita mucho el desarrollo de las
relaciones.
«Muchos directivos se
creen maravillosos porque hablan bien; cuando no se dan cuentan que ser
maravillosos con las personas es escucharlas bien».
Peter Drucker
...«Vender y dirigir es escuchar». Escuchar al cliente externo
(consumidor), para poder aportarles valor, y al cliente interno (empleado),
para poder satisfacer sus motivaciones más personales.
Todo gran líder tiene una
fuerte orientación al cliente y al empleado. Porque ahí están las dos patas
estratégicas de cualquier empresa: negocio y personas.
Jack Welch, ex CEO de General Electric, apuntaba:
«Las tres cosas que hay que medir en un negocio son:
Primero, la satisfacción del CLIENTE, que lleva a incrementar la cuota de
mercado;
Segundo, la satisfacción del EMPLEADO, que lleva al compromiso, a la
calidad, a la innovación y a la productividad;
Tercero, el CASH FLOW, que es el signo vital de una
compañía».
El liderazgo es vocación de servicio hacia fuera
(clientes), dándoles más por menos, y hacia dentro (empleados), creando
las condiciones favorables para que puedan dar lo mejor.
Max de Pree, en El liderazgo es un
arte, escribe: «La primera
responsabilidad de un líder es definir la realidad. La última es dar las
gracias».
«El líder es un sirviente». Un auténtico líder nace para servir. Y
para servir hay que escuchar previamente.
A pesar de ello, un estudio de una consultora de Recursos
Humanos concluye que las tres conductas que más irritan a las personas de sus
superiores son: que son irrespetuosos
(49%), prepotentes (37%), y que no escuchan (30%).
Todos los grandes
líderes son grandes escuchadores. Diriges bien si escuchas bien, porque escuchar es
comprender. Si escuchas bien, diriges mejor.
No puedes dirigir a quien no conoces. Es difícil comunicarse bien con otro
ser humano sin comprenderlo. La empatía es fundamental.
Un líder dirige equipos, pero sobre todo,
personas. Y cada
persona es única, diferente e irrepetible. Cada persona tiene sus
inseguridades, sus miedos, sus ambiciones, sus motivaciones. Y ese es el gran
problema del liderazgo: el liderazgo no admite soluciones prefabricadas.
Un líder no puede dirigir a todo el mundo
de la misma manera, sino que debe ser especialista en cada uno de los seres humanos que tiene
a su alrededor.
«La clave para aprender a dirigir personas está en
dedicarle tiempo a la gente».
Conócela y aprende cómo son. Un buen líder tiene que mostrar un
gran interés por las personas con las que trabaja. La gente sufre, padece y
llora, como cualquiera de nosotros.
Hay que saber muy bien de que pie cojea
cada miembro del equipo, lo que redunda en una mejora de la comunicación. A
aprender a dirigir a las personas se empieza sabiendo muy bien cómo son esas
personas.
Apuntaría también que un buen líder tampoco intenta
imponer siempre su propio criterio sistemáticamente sino que sabe escuchar y
armonizar puntos de vista diferentes».
Escuchar sirve para todo:
1.
Para conocer
mejor a la gente. Y, por tanto,
para dirigirla mejor. Cuanto mejor conozcas a los demás, mejor podrás
satisfacer sus aspiraciones.
2.
Para obtener
sugerencias interesantes. Que pueden llevar a la mejora de nuestros productos y
servicios.
3.
Para conocer
cosas que no sabes. Nadie lo sabe de todo de todo. Tus debilidades no tienen por qué
perjudicarte si sabes cuáles son y las compensas. La complementariedad es la
base de los equipos.
4.
Para generar
motivación y compromiso. Escuchar es una forma de reconocimiento y sentirse
valorado. Escuchar tiene un efecto poderoso en las personas.
5.
Para corregir
errores. Escuchar es estar dispuesto a cambiar
de opinión.
Y para finalizar,
dos frases que siempre utilizamos en la comunidad Master Business.
El primero es un proverbio italiano que dice:
”Del escuchar
procede la sabiduría y del hablar el arrepentimiento”
El segundo es una frase del humanista español Juan Luis Vives:
“Nada es tan fácil ni tan útil como escuchar mucho”
Muchos éxitos señores Lideres, en sus procesos de comunicar y escuchar.!!!
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