lunes, 18 de marzo de 2019

¿Aburrido con la rutina de tu trabajo?... Cómo convertirlo en “diarias experiencias espectaculares” !!


Según un estudio de la Asociación Americana de Management (AAM), la mayoría de las personas, van a su jornada laboral con el mismo entusiasmo de alguien que mira a la pared. Para ellos, las palabras «trabajo» y «mal necesario» son sinónimos. ¿Pero es así como debería de ser?


Recientemente leímos un artículo sobre un cajero de una tienda de comestibles llamado Fred. Comprar artículos en la caja de Fred es una experiencia deslumbrante. Cuando alguien compra comestibles en la caja registradora de Fred, se convierte en lo que algunos observadores llaman «hora del espectáculo».

El artículo informa que Fred es «increíblemente rápido, siempre tiene una gran sonrisa e incluso baila (¡y algunas veces canta!), a medida que acrobáticamente empaca las compras en bolsas irrompibles. Lo que lo distingue es el entusiasmo que tiene por su trabajo. Todos tenemos cajeros experimentados que apenas contienen un bostezo mientras escanean nuestras compras, pero la alegría contagiosa de Fred puede transformar las experiencias de compras comunes en toda una aventura.

Hemos oído hablar de otros trabajadores excepcionales que han decidido transformar el trabajo ordinario en un evento encantador. Me viene a la mente una mujer en uno de nuestros hospitales locales. Ella saluda a los pacientes con cáncer cuando llegan a la puerta de la clínica, preparados para un examen médico o un tratamiento de quimioterapia. Con una sonrisa brillante y un saludo enérgico, esta recepción busca cambiar el sombrío estado de ánimo de un paciente en optimismo y expectativa.

Lamentablemente, estos trabajadores son notables porque son muy escasos. Podían cumplir metódicamente sus responsabilidades y nadie se quejaría, pero han resuelto convertir su trabajo en experiencias felices, elevando no solo su propio espíritu sino también el de todos los que conocen.

Para aquellos de nosotros que seguimos a Jesucristo, esta también debe ser nuestra meta en el lugar de trabajo, como lo indican estos versículos:

«Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente» Colosenses 3:23.

¿No sería maravilloso si las personas estuvieran tan ansiosas y deseosas de comprarnos a nosotros como lo están por pasar a la caja de Fred?
Master Source Robert Tamasy.

www.masterbusiness.com.ec



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