¿Qué significa ser una empresa de primera línea?
Significa ser una empresa de éxito frente a la competencia en el mercado
elegido, independientemente del tamaño, el país o los recursos de la compañía,
así como ser capaz de ofrecer la misma calidad, los mismos plazos de entrega,
la misma flexibilidad, el mismo coste/precio, el mismo servicio y la misma
innovación que la competencia, o mejor. Significa escoger sus propias batallas
y competir donde y cuando elija según sus condiciones. Significa que usted
controla el mercado y que la competencia se esfuerza por emular su éxito.
¿Qué se necesita para ser un fabricante de primera línea?
Richard Schonberger, célebre consultor en el campo de los procesos de producción, fue quien
acuñó el término “producción de primera línea”. Según Schonberger, “la
producción se basa en el aprovechamiento de los recursos para lograr una mejora
rápida y continua”.
Para llegar a ser un fabricante de primera línea,
es necesario cambiar algunos procedimientos y conceptos con el fin de
transformar las relaciones con los proveedores, compradores, productores y
clientes. La automatización es un elemento imprescindible para cualquier
empresa innovadora cuyo objetivo sea ganar cuota de mercado, operar con la
máxima eficacia y superar las expectativas de los clientes para posicionarse en
primera línea dentro de su sector.
¿Cómo puede convertirse un fabricante en una empresa de primera línea y
mantener esta posición?
Para ser un fabricante de primera línea existen
siete claves que transforman la teoría en acciones específicas. A continuación
se mencionan estas claves:
Las siete claves para el éxito son, sin orden de preferencia:
Todos estos objetivos son importantes por sí mismos
y describen, en su conjunto, las actividades y actitudes que engloba el término
“de primera línea”.
Cómo descubrir el valor potencial de una empresa:
Las claves para convertirse en un fabricante de
primera línea no son ningún secreto, ni siquiera son especialmente profundas,
son simplemente el resultado de las experiencias de éxito de compañías líderes
en el sector. Cualquier empresa puede aprovechar los conocimientos y prácticas
desarrollados en más de 100 años de historia de producción desde la Revolución
Industrial, pero muchas no tienen la visión o voluntad para reconocer lo que
debe hacerse y hacerlo.
Un mal trabajador siempre culpa a sus
herramientas por el trabajo mal hecho, pero un buen profesional aprecia el valor de las
buenas herramientas e insiste en tener y utilizar las mejores posibles. Cuando
selecciona maquinaria para su planta de producción (ej. una máquina de
mecanizado, una máquina de inserción, una línea de montaje automatizada o un
robot), seguro que selecciona máquinas con las funciones necesarias para
realizar las tareas en cuestión, pero que además sean lo suficientemente
flexibles como para adaptarse a productos y usos adicionales que puedan surgir
en el futuro.
Esta práctica es todavía más importante en el caso
de las soluciones empresariales, dado que el tratamiento y uso de la
información cambia más rápido que ninguna otra tecnología en el mundo. Además,
es importante recordar que la gestión de la información es fundamental
para todas y cada una de las claves necesarias para convertirse en un
fabricante de primera línea.
Cuando se analizan aplicaciones para la gestión de
la cadena de suministro o soluciones ERP o CRM, algunas personas
se pierden en los detalles tecnológicos y se olvidan de los aspectos más
globales. En este sentido, es imprescindible recordar que se está buscando una
solución que proporcione las herramientas necesarias para gestionar información
esencial para la expansión del negocio y que dicha solución no es un hardware
ni un sistema operativo, sino una aplicación de software.
Desde un punto de vista tecnológico, sólo es
necesario garantizar – en la medida de lo posible – que la plataforma operativa
sea capaz de dar soporte a sus necesidades empresariales, tanto en el presente
como en un futuro previsible y que los proveedores estarán disponibles cuando
les necesite. Obviamente, nadie puede prever el futuro, pero sí pueden
mejorarse las predicciones si se seleccionan cuidadosamente las herramientas
utilizadas.
Las claves para una producción de primera línea
requieren la implementación de funciones que mejoren las operaciones y los
procesos de producción. Por consiguiente, las soluciones tecnológicas deben
construirse alrededor de los procesos funcionales de diseño, ventas,
planificación, aprovisionamiento, producción, transporte, servicios y finanzas.
Ser una empresa de primera línea implica ser tan
bueno como cualquier compañía de la competencia y ser un poco mejor, más
rápido, más inteligente y más ágil que el resto. Los fabricantes de primera
línea eligen sus batallas y ponen las condiciones a la hora de competir.
Además, controlan su propio destino y pocas veces, si no es que nunca, desvían
su rumbo por un evento imprevisto o que no puedan manejar.
Por José
Cavoret, Director Canales, Infor Cono Sur