martes, 28 de julio de 2015

¿Es usted Fabricante y quiere ser el mejor en su campo? Las siete claves para ser un fabricante de primera línea


¿Qué significa ser una empresa de primera línea? Significa ser una empresa de éxito frente a la competencia en el mercado elegido, independientemente del tamaño, el país o los recursos de la compañía, así como ser capaz de ofrecer la misma calidad, los mismos plazos de entrega, la misma flexibilidad, el mismo coste/precio, el mismo servicio y la misma innovación que la competencia, o mejor. Significa escoger sus propias batallas y competir donde y cuando elija según sus condiciones. Significa que usted controla el mercado y que la competencia se esfuerza por emular su éxito.

¿Qué se necesita para ser un fabricante de primera línea?

Richard Schonberger, célebre consultor en el campo de los procesos de producción, fue quien acuñó el término “producción de primera línea”. Según Schonberger, “la producción se basa en el aprovechamiento de los recursos para lograr una mejora rápida y continua”.

Para llegar a ser un fabricante de primera línea, es necesario cambiar algunos procedimientos y conceptos con el fin de transformar las relaciones con los proveedores, compradores, productores y clientes. La automatización es un elemento imprescindible para cualquier empresa innovadora cuyo objetivo sea ganar cuota de mercado, operar con la máxima eficacia y superar las expectativas de los clientes para posicionarse en primera línea dentro de su sector.

¿Cómo puede convertirse un fabricante en una empresa de primera línea y mantener esta posición?

Para ser un fabricante de primera línea existen siete claves que transforman la teoría en acciones específicas. A continuación se mencionan estas claves:

Las siete claves para el éxito son, sin orden de preferencia:




Todos estos objetivos son importantes por sí mismos y describen, en su conjunto, las actividades y actitudes que engloba el término “de primera línea”.

Cómo descubrir el valor potencial de una empresa:

Las claves para convertirse en un fabricante de primera línea no son ningún secreto, ni siquiera son especialmente profundas, son simplemente el resultado de las experiencias de éxito de compañías líderes en el sector. Cualquier empresa puede aprovechar los conocimientos y prácticas desarrollados en más de 100 años de historia de producción desde la Revolución Industrial, pero muchas no tienen la visión o voluntad para reconocer lo que debe hacerse y hacerlo.

Un mal trabajador siempre culpa a sus herramientas por el trabajo mal hecho, pero un buen profesional aprecia el valor de las buenas herramientas e insiste en tener y utilizar las mejores posibles. Cuando selecciona maquinaria para su planta de producción (ej. una máquina de mecanizado, una máquina de inserción, una línea de montaje automatizada o un robot), seguro que selecciona máquinas con las funciones necesarias para realizar las tareas en cuestión, pero que además sean lo suficientemente flexibles como para adaptarse a productos y usos adicionales que puedan surgir en el futuro.

Esta práctica es todavía más importante en el caso de las soluciones empresariales, dado que el tratamiento y uso de la información cambia más rápido que ninguna otra tecnología en el mundo. Además, es importante recordar que la gestión de la información es fundamental para todas y cada una de las claves necesarias para convertirse en un fabricante de primera línea.

Cuando se analizan aplicaciones para la gestión de la cadena de suministro o soluciones ERP o CRM, algunas personas se pierden en los detalles tecnológicos y se olvidan de los aspectos más globales. En este sentido, es imprescindible recordar que se está buscando una solución que proporcione las herramientas necesarias para gestionar información esencial para la expansión del negocio y que dicha solución no es un hardware ni un sistema operativo, sino una aplicación de software.

Desde un punto de vista tecnológico, sólo es necesario garantizar – en la medida de lo posible – que la plataforma operativa sea capaz de dar soporte a sus necesidades empresariales, tanto en el presente como en un futuro previsible y que los proveedores estarán disponibles cuando les necesite. Obviamente, nadie puede prever el futuro, pero sí pueden mejorarse las predicciones si se seleccionan cuidadosamente las herramientas utilizadas.

Las claves para una producción de primera línea requieren la implementación de funciones que mejoren las operaciones y los procesos de producción. Por consiguiente, las soluciones tecnológicas deben construirse alrededor de los procesos funcionales de diseño, ventas, planificación, aprovisionamiento, producción, transporte, servicios y finanzas.

Ser una empresa de primera línea implica ser tan bueno como cualquier compañía de la competencia y ser un poco mejor, más rápido, más inteligente y más ágil que el resto. Los fabricantes de primera línea eligen sus batallas y ponen las condiciones a la hora de competir. Además, controlan su propio destino y pocas veces, si no es que nunca, desvían su rumbo por un evento imprevisto o que no puedan manejar.
Por José Cavoret, Director Canales, Infor Cono Sur


lunes, 27 de julio de 2015

Los 10 asesinos de la motivación laboral


Un equipo feliz es un equipo productivo. Destierra a los asesinos de la motivación y mejora la situación de tu empresa.

Nos sucede a todos: sentados en nuestro escritorio, nos damos cuenta de que no tenemos motivación alguna para llevar a cabo nuestras tareas.

Por supuesto, cuando la falta de motivación hace presencia la productividad es la principal afectada… y ésta afecta no a una persona, sino a una oficina entera.

La única cura a largo plazo para la falta de motivación es encontrar los asesinos de la motivación en tu lugar de trabajo, y erradicarlos tan pronto como sea posible. Ya sea que se trate de un espacio de trabajo horrible, un jefe que no sabe ser líder o la falta de objetivos claros, llegar a la raíz del problema puede impulsar de manera inesperada la productividad de todo un equipo.

Éstos son los 10 principales asesinos de la motivación que suelen rondar las oficinas. Erradícalos hoy mismo y regresa a trabajar.

1. Recompensas inadecuadas
Es decir, no pagarles a tus empleados lo que valen. Según un estudio realizado por Weekdone, 26% ciento de los empleados dejaría su trabajo por tan sólo 5% de aumento salarial. La solución: establece un sistema abierto de recompensas.

2. Espacio de trabajo horrible
No proveer de un espacio que favorezca la productividad: oficinas cerradas, con poca luz y falta de áreas para interactuar. La solución: buscar un espacio de trabajo amplio, ventilado, iluminado y con áreas para ejercitarse y relacionarse.

3. Falta de crecimiento
No ofrecer a los colaboradores la oportunidad de desarrollarse en el ámbito personal y profesional. ¿Sabías que Google permite que sus empleados pasen 20 por ciento del tiempo desarrollando proyectos personales? La solución: ofrece talleres divertidos y enriquecedores.

4. Colaboración ineficiente
Es decir, no dejar que los miembros del equipo participen en las decisiones. ¿Sabías que, en promedio, 30 por ciento de los trabajadores no siente que sus aportaciones sean valoradas? La solución: haz preguntas de vez en cuando, y tómalas en cuenta.

5. Ambiente negativo
No prestar atención al estado de ánimo de tus trabajadores es un gran error. ¿Sabías que 24 por ciento de los empleados poco motivados esparcen la negatividad a sus compañeros? La solución: antes de contratar, presta atención a las cualidades emocionales de tus empleados potenciales, y propicia un ambiente de trabajo sano.

6. Miedo al fracaso
No propiciar una cultura abierta, en la que se admitan los tropiezos y se busque aprender de ellos. La solución: no castigues a tus empleados por sus errores, ni mucho menos los expongas enfrente de los demás. Pídeles que sean honestos contigo cuando fallen.

7. Falta de objetivos claros
No establecer metas definidas deriva en una falta de enfoque. ¿Sabías que 63 por ciento de los empleados afirma que no conocer los objetivos de un trabajo les hace sentir que están perdiendo el tiempo? La solución: implementa un sistema basado en objetivos y resultados.

8. Jefes controladores
Esos jefes que no otorgan libertad a sus empleados, y que buscan tomar hasta las decisiones más insignificantes con tal de no “perder el control”. ¿Sabías que 38 por ciento de los empleados preferiría llevar a cabo tareas poco placenteras a sentarse junto a un jefe controlador? La solución: contrata a un equipo en el que puedas confiar y aprende a delegar.

9. Reuniones sin sentido
Las reuniones sin una lista de pendientes por resolver o que no siguen la agenda establecida es un causante de frustración. ¿Sabías que, en promedio, los empleados pierden 3.8 horas por semana en juntas poco productivas? La solución: convoca a juntas sólo cuando sea necesario.

10. Hacer que tu equipo pierda el tiempo
La mayoría de los trabajadores están dispuestos a trabajar más tiempo del que le corresponde, siempre y cuando sienta que su trabajo no está siendo desperdiciado. La solución: sé un buen ejemplo a seguir. Sé ordenado, termina tus tareas a tiempo y promueve el hecho de que tus empleados se vayan a tiempo a casa


Por Kate Taylor

viernes, 24 de julio de 2015

14 Frases “terribles” que no debes decir a tus empleados…



Si quieres motivar a tu equipo a generar grandes resultados debes evitar estas expresiones ofensivas y molestas.
Malos jefes los hay en todos lados y de todas las clases; directivos o gerentes poco motivadores, regañones, insensibles, flojos e irrealistas. Incluso hay quienes disfrutan hacer llorar a sus empleados y que éstos sientan temor con sólo escuchar su nombre. Una noticia para ellos: lo único que provocarán es baja productividad en su empresa, (costosa) rotación de personal y un clima laboral deficiente que no atrae ni retiene talento.

Como emprendedor, es probable que te encuentres por primera vez en esta posición, pero la inexperiencia no es excusa para convertirte en un jefe que no sabe liderar a su equipo y que afecta negativamente su moral. De hecho, hacerlo podría significar la muerte de tu startup, ya que el éxito de toda empresa -sea grande o pequeña- depende de su capital humano.

Aunque la forma de comportarte es el mejor referente para tus empleados, tus palabras también lo son. Y existen ciertas frases que nunca debes usar al comunicarte con tu equipo, independientemente de cuál sea tu humor o la situación:

1.  “¿Acaso no haces nada bien?...”

Aunque un empleado cometa uno o varios errores, esta frase es muy ofensiva y puede dañar gravemente su motivación. Cuando haya una situación de este estilo, relájate, cuenta hasta 10 (o a 100) y pídele a la persona que explique lo ocurrido. Haz que él mismo reconozca su equivocación y proponga soluciones.

2.  “Que sea la última vez que...”

Ésta es la frase favorita del jefe amenazador. Normalmente la amenaza hace referencia a la liquidación del trabajador, pero lo único que genera es que trabaje por miedo y no por alcanzar objetivos.

3.  “Tienes suerte de trabajar aquí. En otros lados...”

En primer lugar probablemente no conozcas las políticas laborales de otras empresas y en segundo, si el empleado realmente tuviera suerte de trabajar contigo, no tendrías que decírselo de esa manera. Nunca te compares con otras compañías; crea tu cultura empresarial y asegúrate que sea atractiva para el capital humano.

4.  “No es mi problema…”

Cuando un miembro de tu equipo te explica que llegó tarde por 'x', no terminó el trabajo por 'y' o no alcanzó las metas por 'z', nunca digas esta expresión. No se trata de que "cobijes" a los empleados que sólo presentan excusas, sino de que seas empático y trates de entender la situación. Además, debes asegurarte que efectivamente no sea tu problema, lo que significa que una de tus responsabilidades es proveer todas las herramientas, recursos e incentivos que permitan que el trabajo se realice.

5.  “Para eso te pago…”

Una frase muy utilizada por los jefes con sentimiento de superioridad. Con estas palabras le estás diciendo a la persona que es de tu propiedad y que debe hacer lo que tú digas simplemente porque recibe una paga por ello. Si quieres que tu equipo te respete, nunca saques a colación los temas relacionados con los sueldos y tu posición como jefe.

6.  “Tenemos que recortar gastos…”

A menos de que tu empresa esté pasando por un momento muy difícil, que ya has comunicado y compartido con tu equipo no digas esta frase. Pero, sobre todo, no recortes sueldos o personal y al día siguiente te aparezcas en la oficina usando un traje nuevo o estrenando un auto último modelo.

7.  “Así se han hecho siempre las cosas…”

Es el 'mantra' del jefe obsoleto y nada innovador. En una empresa, al reclutar talento se tiene como principal objetivo justamente eso: cambiar las rutinas y el estatus quo para innovar y crecer. Si un empleado te presenta una idea o una forma distinta de operar, escúchalo y pruébalo. Nunca sabes de dónde vendrá la idea que te genere millones de pesos.

8.  “No te pago por pensar, te pago por hacer…”

Nuevamente el jefe que se siente superior y habla sobre salarios para recordarlo. Y lo peor: es el jefe que desmotiva la innovación y el crecimiento de la empresa. Por el contrario, haz que buena parte de las descripciones de puestos incluyan un componente creativo e innovador.

9.  “No lo entregues hasta que lo hagas bien…”

Esta desagradable frase muchas veces va acompañada de papeles aventados o tirados a la basura. Este jefe tirano disfruta rebajar a sus empleados y hacerlos sufrir. En lugar, observa bien lo que entregó y da una retroalimentación efectiva que impulse a que la próxima vez la entrega sea correcta, pero no por temor, sino por tu buen liderazgo y conducción.

10.             “Lo siento, no hay nada que pueda hacer…”

Es la típica del jefe "Poncio Pilato". Ante un posible despido, rechazo de aumento de sueldo u otorgar un permiso, muchos managers usan esta frase para lavarse las manos. Pero como emprendedor, probablemente no sea siquiera cierta. Tú eres quien decide en tu empresa y en tus manos está la satisfacción de tu equipo.

11.             “Los problemas personales no los traigas a la oficina…”

Otro recordatorio: un empleado no es una máquina, y por tanto tiene sentimientos, emociones, ambiciones y deseos. Y cuando alguien trabaja, ejecuta con su cuerpo, pero lo logra gracias a la mente y al corazón. Sé un jefe abierto: escucha a la persona y procura ofrecerle tu respaldo.

12.             “Llegaste 10 minutos tarde…”

Una cosa es impulsar la puntualidad de tu empresa y otra muy distinta es convertirte en un reloj humano con el fin de regañar a tus empleados. Para que tu empresa sea productiva no debes fijarte en el tiempo que pasa un trabajador sentado en un escritorio, sino en sus resultados.

13.             “Aquí el que manda soy yo…

Los esquemas de trabajos verticales y unidireccionales ya no funcionan. ¿Por qué? Porque los líderes sabios han descubierto que empoderando a sus empleados se consiguen mejores resultados. Si eres un líder, ellos lo sabrán, pero por tu ejemplo, no porque se los digas con altanería.

14.             “El proyecto/empresa no es tuyo…”

Craso error decirle a un empleado que aquello que en lo que trabaja no es de su propiedad. Una cosa es que no pueda adueñarse completamente de él y hacer lo que quiera, y otra muy distinta es que no sea parte de su vida. Finalmente, una persona le dedica más de un tercio de su día a un proyecto y hacer que se sientan parte de él es lo único que genera lealtad a la empresa.


Fuente: Belén Gómez Pereira

miércoles, 22 de julio de 2015

15 motivos del fracaso emprendedor (Los errores más habituales que cometen los emprendedores)



¿Por qué una nueva empresa, a pesar de tener una idea novedosa y un creador ilusionado, se hunde antes de tiempo?.

Por lo general, un emprendedor es una persona visionaria, con ideas creativas y actitudes constantes, que siempre está viendo oportunidades de negocios donde otros no las ven. A veces, por la falta de experiencia, las nuevas empresas fracasan a pesar de las ganas del nuevo empresario de que siga adelante.

Es por eso que hicimos un listado con los errores más habituales que cometen los emprendedores y que lleva, finalmente, al fracaso de la empresa. Toma nota y evítalos desde el comienzo:

1.    La falta de experiencia en el sector
En los negocios las cosas y los cambios ocurren rápido, y puede que no tengamos tiempo para aprender lo suficiente sobre éste. Por eso, antes emprender debes investigar acerca del mercado en el que te insertarás para definir si tu proyecto es realmente demandado por el público y cuál es la competencia a la que te enfrentarás, así como tu capacidad para enfrentarla.

2.    Una mala ubicación
La ubicación lo es todo para el comercio físico. Si no estamos en la ubicación correcta no conseguiremos encontrar ni convencer a los clientes para que vayan a visitarnos.

Antes de alquilar o comprar un local, debes hacer un estudio de la cantidad de gente que diariamente pasa por ese espacio y las características de ésta. Procura instalarte en una zona comercial de buena afluencia, donde se encuentren personas que sean parte de tu target.

3.    La falta de un Plan de negocios
Es necesario conocer, al menos, los datos claves sobre tu proyecto y sobre el sector. Para eso, debes estudiar el mercado, analizar la política de precios, los costes, la rentabilidad, la inversión necesaria y el financiamiento. El plan de negocios te ayudará a entender los puntos clave, evitar errores, hacer proyecciones y sobre todo, a conseguir capital y préstamos para tu empresa.

4. Perder demasiado tiempo en elaborar el producto y la estrategia
Ningún producto será perfecto ni tampoco ninguna estrategia será infalible. Es mucho mejor tomar una decisión analizada, equivocarse y corregir. Aunque debes entrar al mercado con un buen plan y estrategia, si te demoras mucho puede que alguien más implemente tu idea y te gane el negocio.

4.    Empezar sin el capital suficiente
Los emprendedores suelen calcular una necesidad de financiación un poco por encima de la inversión inicial y confían en el éxito de la empresa para autofinanciarse desde el principio. Sin embargo, es frecuente que las cosas tarden meses o años en generar la tesorería suficiente. Un capital inicial demasiado corto puede condenar un proyecto bueno a los pocos meses de su inicio.

5.    No tener mercado
La tendencia a buscar un mercado sin competidores lleva al emprendedor a buscar un mercado que no es lo suficiente para comercializar un producto o entregar un servicio. Es muy importante que identifiques a tus potenciales consumidores y asegurar que existe una demanda suficiente para tu oferta.

6.    Querer empezar a lo grande
Es un riesgo innecesario. Para eso, equipa tu empresa con material de segunda mano, alquila en lugar de comprar, empieza con una plantilla ajustada y abre una sola sucursal.

7.    Un crecimiento excesivo
A veces, los emprendedores desarrollan tan rápidamente su empresa que termina muriendo gracias a su propio éxito, lo que en la mayoría de los casos se debe a motivos de finanzas. Si a tu empresa le empieza a ir bien, debes desarrollar un plan estratégico y realista de crecimiento sostenido.

8.    Publicidad insuficiente
Debes tener presente que debes hacer publicidad y promoción de tu empresa, pero no en exceso sino cuentas con los recursos para ello. También sucede que algunos empresarios piensan que los clientes vendrán solos y no quieren hacer ningún tipo de publicidad o estrategia de marketing. Lo importante es que debes dar a conocer a tu empresa a los consumidores.

9.    Estar demasiado solo
Una empresa se construye en base al equipo que formas. Al estar rodeado de más gente, puedes apoyarte en el resto y juntos enfrentar los retos y desafíos, así estarás más motivado en sacar adelante tu negocio y a superar los fracasos.

10.  Abandonar demasiado pronto
Emprender no es una tarea fácil, requieres de mucha paciencia y perseverancia para mantenerte firme en tu idea de sacarlo adelante. En muchos momentos te sentirás agobiado, pero si tu negocio es bueno pronto verás sus frutos si trabajas con ahínco y esfuerzo. Recuerda que, por lo general, los beneficios no aparecen en el corto plazo.

11.  Rodearse de personas poco capaces
No debes tener miedo a contratar a personas más capaces que tú, debido a que es precisamente ese tipo de empleados el que necesitas para que tu empresa sea exitosa y no trabajadores mediocres que no realicen sus labores.

12.  No poner al cliente en el primer lugar
Siempre debes tener presente que el cliente es lo más importante de tu empresa; tienes que escucharlo y poner sus necesidades en primer lugar, ya que sus requerimientos son la razón de ser de tu negocio.

13.  No adaptarse
Tus clientes y el mercado en general serán muy dinámicos y cambiantes, por lo tanto, debes adaptarte a ellos y escucharlos para ir mejorando los procesos de forma continua y optimizarlos a medida que avanza el tiempo. Si no lo haces, tu empresa se quedará rezagada y la competencia te vencerá.

14.  Falta de compromiso
La tarea de emprender es muy dura, debido a que requiere de mucho trabajo, esfuerzo, tomar decisiones difíciles, aguantar muchas cosas y hacer diversos sacrificios. La decisión de crear una empresa requiere de tu compromiso en un 100%, si no es así, muchas empresas fracasan por esta misma razón.

Fuente: SoyEntrepreneur

sábado, 18 de julio de 2015

¿Cómo mantener nuestro cerebro sano?... (Diez consejos claves)


La mayoría de las personas pueden realizar actividades que les ayude a mantener su mente activa y un cerebro sano, incluso en la tercera edad.

El cerebro es el principal órgano del cuerpo humano, por ello, es importante ejercitarlo para cuidar su salud y mejorar la destreza mental.

De acuerdo a investigaciones del Instituto de Neurocirugía Maxine Dunitz, la mayoría de las personas pueden realizar actividades que les ayude a mantener su mente activa y un cerebro sano, incluso en la tercera edad.

A continuación los siguientes tips para cuidar tu cerebro:

1.- Arma un rompecabezas
El cerebro responde a los retos que lo mantienen activo, también puedes resolver acertijos, ambas actividades reducen el riesgo de demencia.

2.- Dieta nutritiva
La deficiencia de vitaminas disminuye la memoria. Por el contrario, la vitamina B mejora la concentración.

3.- Evita el consumo de alcohol
El exceso reduce la masa del cerebro, altera las sustancias químicas de señalización, reduce la memoria y las funciones cognitivas.

4.- Alimenta tu mente
La mejor dieta incluye granos enteros, frutas, verduras, frijoles, nueces, semillas y alimentos que contengan ácidos grasos omega-3.

5.- Dejar de fumar
Produce daño celular cerebral y cáncer de pulmón, que cuando se propaga el primer órgano que ataca es el cerebro.

6.- Duerme
La falta de sueño afecta la capacidad del cerebro para almacenar y recuperar recuerdos.

7.- Haz ejercicio
La actividad física despeja la mente y estimula la producción de endorfinas, hormonas que te producen bienestar y placer.

8.- Reduce el consumo de azúcar
Las células del cerebro necesitan un suministro constante de azúcar como combustible. Las frutas y las verduras son una excelente opción. Evita la comida rápida y azúcares simples.

9.- Protégete
Si haces deporte, usa un casco que te proteja de golpes en la cabeza.

10.- Cuida tus niveles
Es importante que verifiques tus niveles de colesterol y presión arterial, ya que si se encuentran elevados podrían causarte un derrame cerebral.

Sigue estos sencillos consejos para cuidar la salud de tu cerebro.


Fuente Excélsior / LifeStyle

30 Cosas Que Debes Dejar De Hacerte A Ti Misma!


Hay momentos en la vida en que sabemos que queremos cambiar, ir a algún lado, hacer algo importante… Pero no sabemos cómo. Pues traigo buenas noticias: traemos para ti las treinta cosas que debes dejar de hacerte a ti mism@ para poder lograr esas grandes cosas para las que estás destinad@. No es una lista de cosas por hacer, son cosas que todos debemos dejar de hacer. Necesitamos dejar espacio a las nuevas y mejores cosas de la vida.

1. Deja de pasar tiempo con las personas equivocadas.
La vida es muy corta como para gastarla junto a personas que succionan tu energía y felicidad. Si alguien te quiere en su vida, harán espacio para ti, no deberías pelear por un lugar. Nunca jamás insistas con alguien que te pasa por alto. Recuerda que los verdaderos amigos no son necesariamente aquellos que se quedan contigo en los buenos tiempos, sino los que permanecen en las peores situaciones.

2. Deja de huir de tus problemas.
¡Enfréntalos! No será fácil, nadie es capaz de salir ileso de todos los problemas. No siempre se puede salir instantáneamente de un problema cuando se presenta, no estamos hechos para eso. De hecho, lo normal es que sintamos tristeza, enojo, dolor, incertidumbre, derrota. Este es el propósito de la vida: Enfrentar los problemas, aprender de ellos, adaptarse y, finalmente, resolverlos con el paso del tiempo. Es lo que nos convierte y moldea a lo largo de la vida.

3. Deja de mentirte.
Puedes mentirle a cualquiera en el mundo, pero no puedes mentirte a ti mismo. Nuestra vida mejorará sólo cuando aprovechemos las oportunidades y la primera y más difícil es ser realmente honestos con nosotros mismos.

4. No dejes tus propias necesidades para lo último.
La cosa más terrible es perderse a sí mismo mientras amas a alguien más, olvidándose de lo especial que es uno mismo. Esto no significa que dejes de ayudar a otros, sino que debes ayudarte a ti mismo también. Si existe un momento para seguir tu pasión y hacer algo que te importa, ¡Ese momento es justo ahora!

5. Deja de intentar ser alguien que no eres.
Uno de los grandes retos de la vida es ser uno mismo en un mundo que quiere que todos sean iguales. Siempre habrá alguien más listo, más guapo, más joven o más viejo, pero NUNCA serán TÚ. Jamás cambies para agradar a las personas; sé tú mismo y las personas correctas te amarán por ello.

6. Deja de aferrarte al pasado.
No puedes comenzar un nuevo capítulo en la vida si sigues leyendo y releyendo el anterior.

7. Deja de tenerle miedo a los errores.
Hacer algo y equivocarse es, al menos, diez veces más productivo que no hacer nada. Cada éxito trae una historia de fracasos detrás y cada error es un paso más cerca de la victoria. Uno termina arrepintiéndose de las cosas que no hizo más que de las cosas que hizo.

8. Deja de culparte por errores pasados.
Quizá amamos a la persona equivocada y lloramos por errores cometidos, pero no importa cuántas cosas hemos hecho mal, algo es seguro: los errores nos ayudan a encontrar a la persona y a las cosas correctas para nosotros. Todos cometemos errores, tenemos problemas e incluso nos arrepentimos de cosas de nuestro pasado. Pero tú no eres tus errores, no eres tus problemas y estás aquí y AHORA con el poder de moldear tus días y tu futuro. Cada cosa que te ha pasado en la vida te está preparando para algo que aún está por venir.

9. Deja de intentar comprar la felicidad.
Muchas de las cosas que deseamos son caras. Pero la verdad es que las cosas que en verdad nos satisfacen son totalmente gratis: el amor, las carcajadas y trabajar en nuestras pasiones.

10. Deja de buscar la felicidad exclusivamente en otros.
Si no eres feliz con quien eres por dentro, no serás feliz en una relación de largo plazo con cualquier otra persona. Primero tienes que crear estabilidad en tu propia vida, antes de que puedas compartir la vida con alguien más.

11. Deja de ser pasivo.
No pienses demasiado las cosas o crearás un problema que ni siquiera estaba ahí en primer lugar. Evalúa las situaciones y toma acciones decisivas. No puedes cambiar cuando te rehúsas a confrontar las cosas, el progreso implica riesgo, ¡Punto! No puedes llegar a segunda base si tienes un pie en la primera.

12. Deja de creer que no estás listo.
Nadie se siente 100% preparado cuando una oportunidad se presenta. Es porque las oportunidades en la vida nos empujan fuera de nuestras zonas de confort, lo que significa que nunca nos sentiremos completamente cómodos en un principio.

13. Deja de envolverte en relaciones por las razones equivocadas.
Las relaciones deben ser escogidas sabiamente. “Mejor sola que mal acompañada”, decía mi abuelita. No hay necesidad de apresurarse, si algo debe ser lo será a su debido tiempo, con la persona adecuada y el momento debido. Enamórate cuando estés listo, no cuando te sientas solo.

14. Deja de evitar nuevas relaciones sólo porque las pasadas no funcionaron.
En tu vida te darás cuenta de que hay un propósito para cada persona que conozcas. Algunas personas te pondrán a prueba, otras te enseñarán grandes lecciones, pero lo más importante es que algunas sacarán lo mejor de ti.

15. Deja de competir contra todos.
No te preocupes si a otros les va mejor que a ti, concéntrate en romper tus propios récords cada día. El éxito es una batalla entre tú y tú mismo, sólo eso.

16. Deja de lado los celos.
Los celos son el arte de contar las bendiciones ajenas en vez de las propias. Pregúntate esto: “¿Qué es lo que tengo yo que todos los demás quieren?”

17. Deja de quejarte y de sentir pena de ti mismo.
La vida tiene sus altibajos por una razón: para moldear tu camino en la dirección correcta para ti. Puede que no veas o entiendas todo en el momento en que sucede, eso puede ser muy duro. Pero recuerda los momentos difíciles que ya has pasado: Casi siempre nos llevan a mejores lugares, personas, estados mentales o situaciones, eventualmente. ¡Así que sonríe! Deja que todos sepan que hoy eres mucho más fuerte que ayer, y así continuarás.

18. Deja de guardar resentimiento.
No vivas tu vida con odio en el corazón. Terminarás lastimándote a ti mismo más de lo que las personas que odias podrían. El perdón no es sólo decir: “Está bien lo que me hiciste”, es poder decir: “No voy a dejar que lo que me hiciste arruine mi felicidad para siempre”. El perdón es la respuesta, déjalo ir, encuentra la paz, ¡Libérate! Y recuerda, el perdón no es sólo para las demás personas, también es para ti mismo. Si debes, perdónate a ti mismo, supéralo e intenta hacerlo mejor la siguiente ocasión.

19. Deja de permitir que otros te bajen a su nivel.
Niégate rotundamente a rebajar tus estándares para adaptarte a quienes se niegan a elevar los suyos.

20. Deja de desperdiciar el tiempo explicando tus razones a los demás.
Tus amigos no lo necesitan y tus enemigos ni siquiera lo creerán. Sólo haz lo que tu corazón te dice que es correcto.

21. Deja de hacer las mismas cosas una y otra vez sin tomarte un descanso.
El tiempo perfecto para tomarte una pausa es justo cuando no tienes tiempo para ello. Si continúas haciendo lo mismo, seguirás obteniendo los mismos resultados. Hay veces que necesitamos un descanso para ver las cosas más claramente.

22. Deja de pasar por alto la belleza de los pequeños momentos.
Disfruta de las cosas pequeñas porque un día mirarás atrás y descubrirás que eran, en realidad, las cosas más grandes. La mejor parte de tu vida serán las cosas pequeñas, momentos innumerables que invertiste sonriendo a quien te interesa de verdad.

23. Deja de intentar que las cosas sean perfectas.
El mundo real no recompensa a los perfeccionistas, recompensa a las personas que hacen las cosas en tiempo y forma.

24. Deja de seguir el camino más fácil.
La vida no es fácil, especialmente cuando planeas realizarte en algo que vale la pena. No tomes la alternativa más fácil siempre, haz cosas extraordinarias.

25. Deja de actuar como si todo estuviera bien cuando no lo está.
Está bien quebrarse de vez en cuando, no tienes que pretender ser fuerte, no hay necesidad de probarle a nadie que todo está perfectamente todo el tiempo. No debería preocuparte lo que los demás piensan. Llora si lo necesitas, es saludable dejar fluir esas lágrimas. Cuanto más pronto lo hagas, más pronto serás capaz de sonreír de nuevo, sonreír de verdad.

26. Deja de culpar a los demás de tus problemas.
La capacidad de alcanzar tus sueños depende de tu capacidad de hacerte responsable de tu vida. Cuando culpas a los demás de lo que te pasa, estás rechazando esta responsabilidad: Le das poder a otros sobre una parte de tu vida.

27. Deja de hacerlo todo por todos.
Eso es imposible, y solamente terminarás exhausto. Pero hacer sonreír a una persona, a esa persona especial sí puede cambiar el mundo. Quizá no el mundo entero, pero sí una parte de él: enfocarse es el secreto.

28. Deja de preocuparte demasiado.
Preocuparse no le quita problemas al día de mañana, le quita felicidad al día de hoy. Una manera de saber si vale la pena preocuparse es plantearse la siguiente pregunta: “¿Importará esto dentro de un año? ¿Tres años? ¿Dentro de cinco años?” Si la respuesta es negativa, entonces no vale la pena darle más vueltas al asunto.

29. Deja de enfocarte en lo que no quieres que suceda.
Mejor, enfócate en lo que sí quieres que pase. Pensar positivo es el preámbulo al éxito rotundo. Si despiertas cada mañana con el pensamiento de que algo maravilloso sucederá ese día y pones suficiente atención, descubrirás que estabas en lo correcto.

30. Deja de ser ingrato.
No importa lo bien o lo mal que te ha ido, levántate de la cama agradecido por tener vida. Hay quienes, en algún lugar, luchan por ella desesperadamente. En lugar de pensar en lo que te hace falta, intenta pensar en lo que tienes y que a muchos les hace falta.

En lo personal, me doy cuenta de que soy culpable de muchos de estos errores. Definitivamente una lista muy útil y que podría cambiar muchas vidas. ¡A ponerla en marcha!

Mateo 6:33

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.