A este
adolescente la escuela se le quedaba pequeña, así que la dejó y a los 15 años
ya estaba trabajando en Silicon Valley. A los 16 se forraba en dinero, negociando con
'bitcoins'. Ahora, con 17, tiene dos empresas y un plan para revolucionar la
educación. Dicen de él que es el futuro de Internet. Le contamos por qué.
Erik Finman habla de dinero. «Están los
dólares, las libras y los euros, y cada moneda está respaldada por el Gobierno
explica. Pero el Gobierno a veces no es de fiar e imprime tanto papel moneda
como le viene en gana. Razón por la que su respaldo no me parece muy serio. A
mí me gustan las bitcoins».
Finman, de 17 años,
fue conocido como «el joven de las bitcoins», porque en su momento ganó
100.000 dólares en una transacción con esta moneda que tan solo circula por
Internet. El comercio con bitcoins es solo una de sus fuentes de ingresos.
Tiene otras, como Botangle y SmartUp, empresas fundadas por él mismo.
Circulan muchas
historias sobre este chico. Se dice de él que representa el futuro de
Internet, que es súper-inteligente, que creció en el estado rural de Idaho,
que dejó los estudios, que durante un par de años estuvo empleado en Silicon
Valley... Un momento. ¿Se puso a
trabajar en Silicon Valley a los 15 años? Pues sí. Luego se fue porque no
le gustaba «el equilibrio entre el trabajo y la vida», que se decanta en exceso
hacia el trabajo. Y bueno, antes de todo esto, el joven estuvo interesado en
el diseño de robots.
Pero, claro,
entonces tenía 7 años.!!. Todo es verdad. Erik Finman consigue que la
generación de Zuckerberg parezca vieja. Y es que Zuckerberg tiene 31
años y Larry Page y Sergey Brin, los
chicos que fundaron Google, tienen cuesta creerlo, lo sé más de 40 años.
Por definición, saben lo que es vivir en un mundo sin Google. Erik Finman no lo sabe. Y simplemente dice
que aquella época tenía que ser muy rara.
Seguimos
hablando sobre su comercio con bitcoins. Lo que hace es comprar barato y
vender más caro tras haber efectuado ciertas observaciones sobre los patrones
de volatilidad. Se niega a decirme cuánto se ha sacado especulando con
bitcoins, pero vive de alquiler en el barrio londinense de West Hampstead, que
no es precisamente barato.
Niños
incomprendidos en el colegio...
La primera vez
que lo vi, Finman estaba en un foro para emprendedores jóvenes, en
el que era uno de los ponentes. La gente se quejaba del colegio y de lo poco
que se aprendía en él. Un participante, un adolescente llamado James Anderson,
dijo que cierta vez pidió a sus profesores que le dejaran un día libre para
reunirse con unos inversores (¿?). Los profesores no entendieron de qué les
estaba hablando.!!. Todos los presentes menores de 25 años lo entendieron a
la perfección: los profesores no se
enteran de nada. «Yo creé Botangle para sustituir a mis profesores explica Finman. Y resolví
el problema dejando el colegio».
Después de la
charla, Finman me presenta a su
novia, Catherine Moolenschol. Catherine tiene 21 años y acaba de terminar su
segunda novela. Residente en Melbourne, es una conferenciante especializada en
temas de superación personal. Erik y Catherine tienen mucho en común. Por poner
un ejemplo, ambos habían impartido conferencias TED. El tema abordado por él:
«Sé alguien por un día». El abordado por ella: «Canaliza y vive tu propia
grandeza».
Tengo un plan
para cambiar las cosas.
Un día después
hablo con Finman en su oficina
de Londres. El chaval trabaja en el Founders Forum, una empresa de proyectos
tecnológicos dirigida por dos 'vejestorios' que ya estaban en activo en los
tiempos de la primera burbuja de las puntocoms, pero que están decididos a
atraer talento joven de Silicon Valley hacia la capital británica. Uno de sus
fundadores, Brent Hoberman, explica que «hay un cambio radical en el futuro y
la naturaleza del trabajo. Cuando yo estudiaba en la universidad, eso de
convertirte en emprendedor no era una opción profesional. Hoy sí que lo es.
A los padres ahora les parece bien, lo que supone un gran cambio de
mentalidad». Además, añade, para
emprender «lo mejor es empezar joven, cuando no tienes nada que perder».
Finman encaja en esos parámetros. «Todo el mundo me dice
que esperaban encontrarse con un nerd total cuenta el chaval. Pero el hecho es
que soy muy hablador y expresivo.
Hago lo posible por mejorar mis dotes de narrador, porque me gusta contar
historias. Y tengo un plan en mente». Su plan es cambiar la educación. Su
web, Botangle, conecta a personas
que quieren aprender cosas con personas que quieren enseñar cosas. «Tal como funcionan los colegios hoy, creo que
nadie tendría que ir a ellos. Siempre detesté la escuela profundamente explica.
Fui a ocho escuelas distintas y ninguna me gustó».
Finman
desarrolló Botangle sentado en una
cafetería Starbucks, explicando su proyecto a la gente y pidiendo opiniones al
respecto. Mientras tanto y durante un tiempo estuvo trabajando en Sprayable
Energy, cuyo producto más conocido es una especie de bebida energética que
pulverizas sobre tu piel. Allí, Finman se hizo una
idea del funcionamiento del sistema de becarios. Y estableció una red destinada
a conectar a las personas que querían empezar a trabajar con quienes andaban
buscando becarios, basada en el concepto de los portales para el 'ligoteo
exprés'.
FAMILIA DE
SUPERDOTADOS.
Erik nació en 1998, el año de la fundación de Google.
Sus padres, Paul y Lorna, se conocieron en Stanford. Ambos estaban
doctorándose: Paul, en Ingeniería Eléctrica; y Lorna, en Física. Se mudaron a
vivir a California para trabajar en una compañía aeronáutica y más tarde se
fueron a Boston. Fundaron su propia empresa y durante una temporada pasaron serios
apuros económicos. Hasta que montaron una compañía tecnológica y se hicieron
ricos. Compraron una casa enorme en Post Falls (Idaho) y montaron un criadero
de llamas.
Finman me habla de sus padres: «Papá es un hombre
callado y siempre metido en su mundo, el típico nerd. Hacía experimentos con
sustancias explosivas. Lorna es escocesa. Sus padres emigraron a Canadá
cuando era niña. Es una especialista en telescopios».
Los padres de
Finman son inventores. Han creado dispositivos con aplicaciones militares:
uno que neutraliza las bombas mediante el bloqueo de las señales que llevan a
su detonación, y otro para el control remoto de aviones no tripulados. El
chisme que bloquea los artefactos explosivos está instalado hoy en cada
vehículo del Ejército de Estados Unidos. De ahí la casa enorme.
Erik es el menor de tres hermanos. Scott, de 29 años, fue un niño prodigio. A los 16 años ingresó en
la prestigiosa Universidad Johns Hopkins; hoy dirige una empresa especializada
en la contratación de empleados. Ross, otro superdotado, trabaja en el
instituto de robótica de la Universidad Carnegie Mellon.
SIN PERMISO DE
NADIE.
Sus dos hermanos estudiaron en casa. Pero a Erik lo
obligaron a ir a la escuela cuando el negocio de los padres empezó a despegar.
«Sencillamente encuentro que en las escuelas se da una batalla que siempre
ganan los peores elementos. Los típicos matones de la clase. Mala gente, en
general. Como sabrá, en primaria suelen situar al niño bueno al lado de un niño
malo, porque se supone que el niño bueno influirá en el malo. Pero la cosa
nunca funciona así, sino que es el malo el que influye en el bueno».
Y además, dice,
están los abusos. «Sí, claro, me decían de todo. Eso me afectó mucho. ¡Eran los
propios profesores los que me decían cosas! En primaria, todos me odiaban, lo
que me dejó hundido durante mucho tiempo. Yo siempre decía lo que
sentía con sinceridad. No era una actitud pasivo-agresiva. Simplemente me expresaba tal como era. Y eso no le gustaba a nadie».
Un día le llegó
un paquete por correo. Era un ejemplar de Without their permission ('Sin su
permiso'), el libro de Alexis Ohanian el cofundador de Reddit, que le enviaba
su hermano mayor desde Melbourne. El libro dice que, si de veras quieres
hacerlo, es posible montártelo todo a tu manera y que, si lo haces, el futuro
puede ser tuyo. Al comienzo de la obra se lee: «Con independencia de lo que
pienses sobre los multimillonarios jóvenes, Mark Zuckerberg y sus colaboradores
en realidad no son más que unos simples
precursores».
Finman tenía 12 años. Hasta entonces solo había leído un
libro: la biografía de Walter Isaacson sobre Steve Jobs. El nuevo libro le
encantó. Se dijo: «La solución a mi
problema consiste en montar un negocio».
DEFINIR LA
PERSONALIDAD.
Finman explica
que, antes de venir a Londres, dedicó algo de tiempo a pensar en cuestiones
más 'trascendentales'. Decidió que era ateo, a la vez que anarcoliberal;
comparte la idea de Adam Smith de que el mundo sería un lugar mejor si todo el
mundo obrara en función de sus propios intereses. «Lo de 'egoísmo' es una
palabra que no hace justicia a la idea de 'autoliderazgo'», asegura. Cuando lo
piensa, dice que en realidad pasó por una fase de egoísmo... durante unas tres
semanas o así. «Uno de mis mejores amigos me dijo: 'Colega, no piensas más que
en ti mismo'». La vida se había estado acelerando... y mucho. De modo que Finman se centró unas semanas en su interior y aprendió
algo, dice: «He aprendido a ser yo
mismo».
Diez jóvenes que
pueden cambiar el mundo
Programadores en primaria, empresarios en
secundaria... están
cambiando el mundo antes de poder votar. Son los Zuckerberg del futuro.
Eric Chen. 19 años Investigador del MIT
Empezó a
investigar el cáncer en la Universidad de California a los 15 años. Durante su
último curso en el instituto descubrió una medicación para la gripe que puede
revolucionar el sector. Tras ganar el primer premio de la Google Science Fair, Barack Obama le dijo: «Esto puede ser el
principio de un proyecto que salvará millones de vidas». Hoy, Chen estudia
en Harvard y es investigador en el MIT.
Camille Beatty. 15 años Innovadora en robótica
Estadounidense y
especializada en robótica, construye equipamientos para museos y facultades de
Ciencias. A los 13 años creó una réplica en miniatura y operativa del
explorador de la NASA Spirit. Es ponente habitual en la Business Innovation
Factory, ligada a las conferencias TED, y, en compañía de su hermana menor
Genevieve, es propietaria de su propia compañía: Beatty Robots.
Xavie Di Petta. 19 años Emprendedor informático
A los 15 años
diseñó una aplicación para la práctica del ejercicio físico llamada
Fitspiration. Este australiano dirige Swift Fox Labs, una lucrativa firma de
desarrollo de tecnologías móviles. Su cuenta en Twitter tiene más de cuatro
millones de seguidores. El año pasado, su compañía All Day Media facturó dos
millones de dólares.
Jack Andraka 18 años.
Luchador contra el cáncer
A los 15 años
inventó una forma de análisis rápido para detectar el cáncer de páncreas,
pulmón u ovario en fases tempranas. Al poco tiempo, Michelle Obama lo invitó a asistir al discurso del estado de la Unión
de 2013. En marzo publicó su autobiografía, cuyo título es bastante
ilustrativo de su ambición: “Avances:
cómo
un innovador adolescente está transformando el mundo”.
Catrina Carrigan. 19 años Experta informática
Irlandesa,
Carrigan tenía 15 años cuando creó Piano Rock Star, una herramienta hoy usada
en las escuelas británicas para enseñar programación. Este año ha cofundado
Leanú Technologies, especializada en facilitar que los negocios sigan operando durante los apagones tecnológicos, por
medio de aplicaciones móviles.
Easton Lachapelle 19 años. Creador
de robots
A los 14 años
construyó un brazo robótico con piezas de Lego. A los 19 ha creado uno con una
impresora 3D y programación electrónica. Esta extremidad movida por el cerebro,
que ha estrechado la mano del presidente de los Estados Unidos, cuesta menos de
400 dólares y puede revolucionar la industria de las prótesis.
James Anderson 18 años. El mago
de la programación
Aunque aprendió
a programar a los 7 años, en la escuela más tarde lo suspendieron en
Informática porque estaba demasiado absorto en el desarrollo de su aplicación
Thinkspace, una herramienta dirigida a los estudiantes para el aprendizaje de
trucos de programación. En su aplicación han invertido Richard Branson y
Stephen Fry.
Ocean Pleasant 18 años. Activista digital
Importante
figura del activismo digital, Peter Thiel el cofundador de PayPal le ofreció
100.000 dólares para que dejara la universidad y siguiera dedicándose a su revista
sobre cultura juvenil en la red, llamada Real. Pleasant también trabaja en un
«Tinder para el activismo social» para que los adolescentes escojan opciones de
voluntariado.
Joshua Browder 18 años. La
pesadilla de tráfico
Estudiante
londinense al que se le encendió la bombilla tras recibir una serie de multas
por aparcamiento indebido. Lanzó donotpay.co.uk, una página web que permite
recurrir las multas en menos de un minuto. El portal fue utilizado por 50.000
usuarios en su primera semana y hoy se ha extendido a las compensaciones por
los retrasos en los vuelos. Browder estudia en Stanford.
Kelvin Doe 19 años.
De Sierra Leona a Hardward
Autodidacta y
niño prodigio de la ingeniería, es toda una celebridad en Sierra Leona, el país
donde creció junto con su madre, soltera. Lleva tres años presentando nuevos
inventos entre ellos, un generador casero a los alumnos del MIT. También pronuncia conferencias en el
Harvard College.
En pareja Finman y su novia, Catherine Moolenschol, escritora y
conferenciante sobre temas de superación personal. Es australiana y tiene
cuatro años más que él.
Fuente William Leith