jueves, 21 de enero de 2016

Erik Finman: ¿Es este el chico más listo del mundo?


A este adolescente la escuela se le quedaba pequeña, así que la dejó y a los 15 años ya estaba trabajando en Silicon Valley. A los 16 se forraba en dinero, negociando con 'bitcoins'. Ahora, con 17, tiene dos empresas y un plan para revolucionar la educación. Dicen de él que es el futuro de Internet. Le contamos por qué.
Erik Finman habla de dinero. «Están los dólares, las libras y los euros, y cada moneda está respaldada por el Gobierno explica. Pero el Gobierno a veces no es de fiar e imprime tanto papel moneda como le viene en gana. Razón por la que su respaldo no me parece muy serio. A mí me gustan las bitcoins».
Finman, de 17 años, fue conocido como «el joven de las bitcoins», porque en su momento ganó 100.000 dólares en una transacción con esta moneda que tan solo circula por Internet. El comercio con bitcoins es solo una de sus fuentes de ingresos. Tiene otras, como Botangle y SmartUp, empresas fundadas por él mismo.
Circulan muchas historias sobre este chico. Se dice de él que representa el futuro de Internet, que es súper-inteligente, que creció en el estado rural de Idaho, que dejó los estudios, que durante un par de años estuvo empleado en Silicon Valley... Un momento. ¿Se puso a trabajar en Silicon Valley a los 15 años? Pues sí. Luego se fue porque no le gustaba «el equilibrio entre el trabajo y la vida», que se decanta en exceso hacia el trabajo. Y bueno, antes de todo esto, el joven estuvo interesado en el diseño de robots.
Pero, claro, entonces tenía 7 años.!!. Todo es verdad. Erik Finman consigue que la generación de Zuckerberg parezca vieja. Y es que Zuckerberg tiene 31 años y Larry Page y Sergey Brin, los chicos que fundaron Google, tienen cuesta creerlo, lo sé más de 40 años. Por definición, saben lo que es vivir en un mundo sin Google. Erik Finman no lo sabe. Y simplemente dice que aquella época tenía que ser muy rara.
Seguimos hablando sobre su comercio con bitcoins. Lo que hace es comprar barato y vender más caro tras haber efectuado ciertas observaciones sobre los patrones de volatilidad. Se niega a decirme cuánto se ha sacado especulando con bitcoins, pero vive de alquiler en el barrio londinense de West Hampstead, que no es precisamente barato.
Niños incomprendidos en el colegio...
La primera vez que lo vi, Finman estaba en un foro para emprendedores jóvenes, en el que era uno de los ponentes. La gente se quejaba del colegio y de lo poco que se aprendía en él. Un participante, un adolescente llamado James Anderson, dijo que cierta vez pidió a sus profesores que le dejaran un día libre para reunirse con unos inversores (¿?). Los profesores no entendieron de qué les estaba hablando.!!. Todos los presentes menores de 25 años lo entendieron a la perfección: los profesores no se enteran de nada. «Yo creé Botangle para sustituir a mis profesores explica Finman. Y resolví el problema dejando el colegio».
Después de la charla, Finman me presenta a su novia, Catherine Moolenschol. Catherine tiene 21 años y acaba de terminar su segunda novela. Residente en Melbourne, es una conferenciante especializada en temas de superación personal. Erik y Catherine tienen mucho en común. Por poner un ejemplo, ambos habían impartido conferencias TED. El tema abordado por él: «Sé alguien por un día». El abordado por ella: «Canaliza y vive tu propia grandeza».
Tengo un plan para cambiar las cosas.
Un día después hablo con Finman en su oficina de Londres. El chaval trabaja en el Founders Forum, una empresa de proyectos tecnológicos dirigida por dos 'vejestorios' que ya estaban en activo en los tiempos de la primera burbuja de las puntocoms, pero que están decididos a atraer talento joven de Silicon Valley hacia la capital británica. Uno de sus fundadores, Brent Hoberman, explica que «hay un cambio radical en el futuro y la naturaleza del trabajo. Cuando yo estudiaba en la universidad, eso de convertirte en emprendedor no era una opción profesional. Hoy sí que lo es. A los padres ahora les parece bien, lo que supone un gran cambio de mentalidad». Además, añade, para emprender «lo mejor es empezar joven, cuando no tienes nada que perder».
Finman encaja en esos parámetros. «Todo el mundo me dice que esperaban encontrarse con un nerd total cuenta el chaval. Pero el hecho es que soy muy hablador y expresivo. Hago lo posible por mejorar mis dotes de narrador, porque me gusta contar historias. Y tengo un plan en mente». Su plan es cambiar la educación. Su web, Botangle, conecta a personas que quieren aprender cosas con personas que quieren enseñar cosas. «Tal como funcionan los colegios hoy, creo que nadie tendría que ir a ellos. Siempre detesté la escuela profundamente explica. Fui a ocho escuelas distintas y ninguna me gustó».
Finman desarrolló Botangle sentado en una cafetería Starbucks, explicando su proyecto a la gente y pidiendo opiniones al respecto. Mientras tanto y durante un tiempo estuvo trabajando en Sprayable Energy, cuyo producto más conocido es una especie de bebida energética que pulverizas sobre tu piel. Allí, Finman se hizo una idea del funcionamiento del sistema de becarios. Y estableció una red destinada a conectar a las personas que querían empezar a trabajar con quienes andaban buscando becarios, basada en el concepto de los portales para el 'ligoteo exprés'. 
FAMILIA DE SUPERDOTADOS.
Erik nació en 1998, el año de la fundación de Google. Sus padres, Paul y Lorna, se conocieron en Stanford. Ambos estaban doctorándose: Paul, en Ingeniería Eléctrica; y Lorna, en Física. Se mudaron a vivir a California para trabajar en una compañía aeronáutica y más tarde se fueron a Boston. Fundaron su propia empresa y durante una temporada pasaron serios apuros económicos. Hasta que montaron una compañía tecnológica y se hicieron ricos. Compraron una casa enorme en Post Falls (Idaho) y montaron un criadero de llamas.
Finman me habla de sus padres: «Papá es un hombre callado y siempre metido en su mundo, el típico nerd. Hacía experimentos con sustancias explosivas. Lorna es escocesa. Sus padres emigraron a Canadá cuando era niña. Es una especialista en telescopios».
Los padres de Finman son inventores. Han creado dispositivos con aplicaciones militares: uno que neutraliza las bombas mediante el bloqueo de las señales que llevan a su detonación, y otro para el control remoto de aviones no tripulados. El chisme que bloquea los artefactos explosivos está instalado hoy en cada vehículo del Ejército de Estados Unidos. De ahí la casa enorme. 
Erik es el menor de tres hermanos. Scott, de 29 años, fue un niño prodigio. A los 16 años ingresó en la prestigiosa Universidad Johns Hopkins; hoy dirige una empresa especializada en la contratación de empleados. Ross, otro superdotado, trabaja en el instituto de robótica de la Universidad Carnegie Mellon. 
SIN PERMISO DE NADIE. 
Sus dos hermanos estudiaron en casa. Pero a Erik lo obligaron a ir a la escuela cuando el negocio de los padres empezó a despegar. «Sencillamente encuentro que en las escuelas se da una batalla que siempre ganan los peores elementos. Los típicos matones de la clase. Mala gente, en general. Como sabrá, en primaria suelen situar al niño bueno al lado de un niño malo, porque se supone que el niño bueno influirá en el malo. Pero la cosa nunca funciona así, sino que es el malo el que influye en el bueno».
Y además, dice, están los abusos. «Sí, claro, me decían de todo. Eso me afectó mucho. ¡Eran los propios profesores los que me decían cosas!  En primaria, todos me odiaban, lo que me dejó hundido durante mucho tiempo. Yo siempre decía lo que sentía con sinceridad. No era una actitud pasivo-agresiva. Simplemente me expresaba tal como era. Y eso no le gustaba a nadie».
Un día le llegó un paquete por correo. Era un ejemplar de Without their permission ('Sin su permiso'), el libro de Alexis Ohanian el cofundador de Reddit, que le enviaba su hermano mayor desde Melbourne. El libro dice que, si de veras quieres hacerlo, es posible montártelo todo a tu manera y que, si lo haces, el futuro puede ser tuyo. Al comienzo de la obra se lee: «Con independencia de lo que pienses sobre los multimillonarios jóvenes, Mark Zuckerberg y sus colaboradores en realidad no son más que unos simples precursores».
Finman tenía 12 años. Hasta entonces solo había leído un libro: la biografía de Walter Isaacson sobre Steve Jobs. El nuevo libro le encantó. Se dijo: «La solución a mi problema consiste en montar un negocio».
DEFINIR LA PERSONALIDAD. 
Finman explica que, antes de venir a Londres, dedicó algo de tiempo a pensar en cuestiones más 'trascendentales'. Decidió que era ateo, a la vez que anarcoliberal; comparte la idea de Adam Smith de que el mundo sería un lugar mejor si todo el mundo obrara en función de sus propios intereses. «Lo de 'egoísmo' es una palabra que no hace justicia a la idea de 'autoliderazgo'», asegura. Cuando lo piensa, dice que en realidad pasó por una fase de egoísmo... durante unas tres semanas o así. «Uno de mis mejores amigos me dijo: 'Colega, no piensas más que en ti mismo'». La vida se había estado acelerando... y mucho. De modo que Finman se centró unas semanas en su interior y aprendió algo, dice: «He aprendido a ser yo mismo».
Diez jóvenes que pueden cambiar el mundo
Programadores en primaria, empresarios en secundaria... están cambiando el mundo antes de poder votar. Son los Zuckerberg del futuro.
Eric Chen. 19 años  Investigador del MIT
Empezó a investigar el cáncer en la Universidad de California a los 15 años. Durante su último curso en el instituto descubrió una medicación para la gripe que puede revolucionar el sector. Tras ganar el primer premio de la Google Science Fair, Barack Obama le dijo: «Esto puede ser el principio de un proyecto que salvará millones de vidas». Hoy, Chen estudia en Harvard y es investigador en el MIT.
Camille Beatty. 15 años  Innovadora en robótica
Estadounidense y especializada en robótica, construye equipamientos para museos y facultades de Ciencias. A los 13 años creó una réplica en miniatura y operativa del explorador de la NASA Spirit. Es ponente habitual en la Business Innovation Factory, ligada a las conferencias TED, y, en compañía de su hermana menor Genevieve, es propietaria de su propia compañía: Beatty Robots.
Xavie Di Petta. 19 años  Emprendedor informático
A los 15 años diseñó una aplicación para la práctica del ejercicio físico llamada Fitspiration. Este australiano dirige Swift Fox Labs, una lucrativa firma de desarrollo de tecnologías móviles. Su cuenta en Twitter tiene más de cuatro millones de seguidores. El año pasado, su compañía All Day Media facturó dos millones de dólares.
Jack Andraka 18 años. Luchador contra el cáncer
A los 15 años inventó una forma de análisis rápido para detectar el cáncer de páncreas, pulmón u ovario en fases tempranas. Al poco tiempo, Michelle Obama lo invitó a asistir al discurso del estado de la Unión de 2013. En marzo publicó su autobiografía, cuyo título es bastante ilustrativo de su ambición: “Avances: cómo un innovador adolescente está transformando el mundo”.
Catrina Carrigan. 19 años  Experta informática
Irlandesa, Carrigan tenía 15 años cuando creó Piano Rock Star, una herramienta hoy usada en las escuelas británicas para enseñar programación. Este año ha cofundado Leanú Technologies, especializada en facilitar que los negocios sigan operando durante los apagones tecnológicos, por medio de aplicaciones móviles.
Easton Lachapelle 19 años. Creador de robots
A los 14 años construyó un brazo robótico con piezas de Lego. A los 19 ha creado uno con una impresora 3D y programación electrónica. Esta extremidad movida por el cerebro, que ha estrechado la mano del presidente de los Estados Unidos, cuesta menos de 400 dólares y puede revolucionar la industria de las prótesis.
James Anderson 18 años. El mago de la programación
Aunque aprendió a programar a los 7 años, en la escuela más tarde lo suspendieron en Informática porque estaba demasiado absorto en el desarrollo de su aplicación Thinkspace, una herramienta dirigida a los estudiantes para el aprendizaje de trucos de programación. En su aplicación han invertido Richard Branson y Stephen Fry.
Ocean Pleasant 18 años.  Activista digital
Importante figura del activismo digital, Peter Thiel el cofundador de PayPal le ofreció 100.000 dólares para que dejara la universidad y siguiera dedicándose a su revista sobre cultura juvenil en la red, llamada Real. Pleasant también trabaja en un «Tinder para el activismo social» para que los adolescentes escojan opciones de voluntariado.
Joshua Browder 18 años.  La pesadilla de tráfico
Estudiante londinense al que se le encendió la bombilla tras recibir una serie de multas por aparcamiento indebido. Lanzó donotpay.co.uk, una página web que permite recurrir las multas en menos de un minuto. El portal fue utilizado por 50.000 usuarios en su primera semana y hoy se ha extendido a las compensaciones por los retrasos en los vuelos. Browder estudia en Stanford.
Kelvin Doe 19 años. De Sierra Leona a Hardward
Autodidacta y niño prodigio de la ingeniería, es toda una celebridad en Sierra Leona, el país donde creció junto con su madre, soltera. Lleva tres años presentando nuevos inventos entre ellos, un generador casero a los alumnos del MIT. También pronuncia conferencias en el Harvard College.
En pareja Finman y su novia, Catherine Moolenschol, escritora y conferenciante sobre temas de superación personal. Es australiana y tiene cuatro años más que él.
PARA SABER MÁS... Botangle. Proyecto educativo desarrollado por Erik Finman. https://botangle.com/

Fuente William Leith

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