martes, 27 de marzo de 2018

Tus ganas de aprender determinarán tu futuro: ¿Cómo alcanzar el éxito en pequeños pasos?



Vivimos muy aferrados al corto plazo, y al éxito rápido y fácil y así es complicado consolidar algo grande. Las cosas necesitan su proceso de despegue, maduración y consolidación.

Tus ganas de aprender determinarán tu futuro. Tenemos a nuestra disposición la herramienta más poderosa para llegar donde queremos llegar: nuestra capacidad de aprender.

En esta vida todo se decide y todo se aprende. Primero decides lo que quieres, y luego aprendes todo lo que sea necesario para llegar donde quieras llegar. Pero, ¿por qué mucha gente no consigue lo que quiere?...Simplemente, porque el principal pecado que se comete en los procesos de cambio y transformación personal, es la: IM-PA-CI-EN-CIA

En esta vida nadie fracasa, sólo hay gente que abandona en algún momento del camino. La gente se fija metas, se pone en marcha y al no ver resultados, desiste. Si continuase lo conseguiría, pero decide abandonar en algún tramo del trayecto.

Cuando mejoras un poco cada día, al final ocurren grandes cosas. Cuando mejoras tu forma física un poco cada día, al final se produce una gran mejora en tu forma física. No mañana, ni al día siguiente, pero al cabo del tiempo has hecho un notable progreso.

No hay que buscar mejoras rápidas y espectaculares, sino mejoras pequeñas, día a día. Ésa es la única forma en que ocurren, y cuando lo hacen, permanecen...Es un consejo sencillo, pero que poca gente pone en práctica. Además, los pequeños pasos desactivan los miedos que producen los grandes desafíos y permiten ganar seguridad en cada paso que damos para seguir dando otros más.

El éxito alimenta la autoestima, y un pequeño éxito te lleva a abordar retos más grandes. Si nunca has hablado en público y te ofrecen dar una charla en un estadio y aceptas, probablemente seas víctima de la ansiedad, que aquello salga mal y no quieras volver a saber nada más de estar delante de una audiencia. Por el contrario, si aceptas dar un pequeño discurso en un cumpleaños, colegio de tu hijo u otro evento, y lo preparas a conciencia, (El éxito ama la preparación), aquello saldrá bien, ganarás confianza y te atreverás poco a poco a cuotas más ambiciosas. Nunca olvides que: La confianza es el alimento del talento, y la confianza se gana con entrenamiento.

Haz un poco cada día. Si quieres escribir un libro, no te obsesiones con su entrega. Escribe una página cada día y haz esa página de manera excelente. Al final de la semana tendrás siete páginas, y al cabo de un mes treinta. Continúa con esa marcha y tendrás el libro acabado.
Crear algo único, hermoso y valioso es muy difícil. Es muy especial hacerlo. No sucede rápido. No busques dar el pelotazo rápido. Pocos lo consiguen. El éxito es algo de largo plazo, aunque en el camino, encontrarás muchos pequeños éxitos que celebrar.
La mejor manera de comerse un elefante, se ha dicho una y mil veces, es bocado a bocado. El problema, como siempre, es que queremos llegar demasiado rápido a destino, nos queremos comer el elefante de golpe, nos indigestamos y abandonamos. Sé tan paciente como ambicioso

La PACIENCIA es tan importante para alcanzar grandes logros en los procesos de desarrollo personal. No se siembra hoy y se recoge mañana. Cierto día uno decide ponerse en marcha para cumplir su sueño, entonces trabaja sin descanso, pero no ve resultados. Así una semana tras otra, un mes tras otro, pero nada ocurre y las cosas parecen como al principio. Entonces, aparecen las dudas y los momentos de debilidad emocional, en los que uno empieza a cuestionarse cosas.

Algunos, ante la incertidumbre del futuro, desisten y prefieren volver al refugio. Otros continúan, pero poco tiempo después también abandonan. En definitiva, la mayoría desiste y sólo un puñado muy reducido insiste: son los que terminan por ver realizados sus sueños.

Hace algún tiempo acuñé una fórmula que creo que resulta visualmente muy útil y que no deberíamos perder nunca de vista: Poco + Poco = Mucho. Un poco sin importancia, más otro poco sin importancia, más otro poco sin importancia, acaba haciendo una gran diferencia con el paso del tiempo.

No es complicado de entender, pero vivimos muy aferrados al corto plazo, y al éxito rápido y fácil y así es complicado consolidar algo grande. Las cosas necesitan su proceso de despegue, maduración y consolidación. Ninguna marca se construye de un día para otro

No es la velocidad sino la constancia la que te hará llegar lejos. En la fábula, la tortuga gana a la liebre, a pesar de que esta última era más rápida. Si tienes un sentido claro de dirección (sabes lo que quieres), trabajas todos los días en esa dirección (constancia) y no renuncias a ello (paciencia), las cosas tienen que acabar funcionando. No te desanimes, a menudo es la última llave del llavero la que abre la puerta.
Fuente: F. Alcaide

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