Vayas a donde vayas, hará frío, hará
viento, sentirás miedo y a veces dolor… Vayas a donde vayas, pasará el tiempo y
el sueño. Habrá recuerdos hermosos y
recuerdos tristes. Habrá días de sol y de lluvia, habrá desconsuelo y habrá
esperanza, alegría, retos, amigos, caminos que andar y puentes que cruzar.
Estarás seco y mojado, encogido y libre. Vayas
a donde vayas te harás viejo o te sentirás joven. Te sentirás vivo o te
sentirás roto.
Vayas a donde vayas, habrá alguien que llora y necesita de tu
abrazo y alguien que camina a tu lado para enseñarte el camino. Habrá risa
y llanto. Habrá sed y habrá agua. Habrá amor y habrá guerra. Habrá noche y
cuando acabe la noche, amanecerá sin que la noche puede evitarlo nunca. Habrá un ayer y un mañana, pero, sobre
todo, habrá un ahora, un presente, un momento que se escapa mientras te
pierdes contando el dinero que te queda, culpándote
por tus errores antiguos y pensando qué le dirías a esa persona si no tuvieras
miedo de hablar con ella.
Vayas a donde vayas, habrá mentiras y
verdades maravillosas. Habrá miradas de amor y jueces severos. Habrá muros y
montañas por los que trepar y valles tranquilos por los que mecerse un rato
escuchando el silencio. Habrá amigos que
te den la espalda y desconocidos que te alargarán la mano.
Habrá desengaños, sorpresas, planes que saldrán bien y planes que
saldrán mal y, al final, serán tus mejores planes. Habrá besos y abrazos y
habrá caídas y arañazos. Habrá zarandeo y habrá quietud. Habrá niebla espesa y
cielo claro, mucho cansancio y también mucho entusiasmo. Habrá orden y caos.
Habrá sentido y sinsentido.
Camines por donde camines, habrá lugares oscuros y rincones llenos de
luz. Habrá magia y habrá cierta desesperación. Habrá veces en que estará
muy claro el camino y otras en que tendrás que dibujarlo a medida que das cada
paso, porque serán tus pasos el camino y
tus decisiones a cada momento el destino que te espera.
Habrá días que lo tendrás todo claro y otros en que te darás cuenta de que
realmente no sabes nada. A veces, la
soberbia te dirá que te pelees y otras veces la humildad te pedirá que te sientes
a charlar y comprendas que otros tienen tanto miedo como tú en este viaje.
Pedirás ayuda y la prestarás. Bailarás y te quedarás quieto. Dirás que sí y te dirán que no muchas veces.
Hablarás mil lenguas y arrancarás mil
flores. Romperás tu inocencia y muchas otras inocencias. Descubrirás que eres un ignorante y también que sabes cosas sin saber por
qué las sabes. Atravesarás tu incertidumbre y también tu certeza. Beberás
de tu angustia y sentirás tu paz… Vayas a donde vayas pasarán cosas que no
quieres que pasen. Pasarán cosas que imaginas y cosas que no puedes ni
imaginar… Esas cosas que no puedes controlar por más que lo intentes.
No es a dónde vas, es
lo que llevas contigo. Cuando vas, llevas tu mundo a cuestas.
Tus miradas, tus percepciones, tus creencias, tus miedos, tus lágrimas
acumuladas, tus emociones enquistadas… Vayas a donde vayas cargarás a todas las personas del pasado en nuevas versiones, con otras
caras, con otros nombres, para que te des cuenta de que no están ahí, sino que
van contigo…
Vayas a donde vayas, no será distinto si tú no eres distinto,
si no transformas tu manera de vivir y aceptas tu realidad. Si no dejas tu
culpa, encontrarás tu culpa en el camino. Si no abrazas tu rabia, llevarás tu
rabia contigo… Si no comprendes tu
tristeza, tu tristeza hará este viaje contigo…
Sea donde sea, lo que
ahora arrastras, si no lo sueltas, se irá contigo. Si no te miras con
los ojos del que se ama cuando se mira, si no te ves como mereces verte, si no
eres consciente de tu inconsciencia… Si no eres capaz de comprender que otros
también arrastran miradas y miedos y sueños y caminos sin recorrer.
No es a dónde vas sino
las piedras que llevas en tu mochila desde hace tiempo las que pesan en el
camino. Y
cuando vayas vaciando el equipaje de
percepciones incorrectas y pensamientos repetidos, de miedos, de creencias rancias, de juicios severos, de recuerdos terribles, de posibles futuros amargos, habrá
lluvia, pero no te importará tanto porque serás tú sol.
Habrá montañas, pero no se harán tan
arduas porque amarás cada palmo del camino… Habrá momentos duros, pero sabrás que cuentas contigo y que transitas
por ellos de la mano de ti mismo, y serás capaz de ver el regalo oculto
tras ese dolor, la oportunidad tras el conflicto, el amor tras el miedo.
Porque vayas a donde
vayas, habrá paz si eres paz.
Habrá luz, si eres luz.
Habrá esperanza si eres esperanza.
VAYAS A DONDE VAYAS,
ESTARÁS TÚ. SEGUIRÁS ESTANDO CONTIGO,
PORQUE TÚ ERES EL
CAMINO.
Merce Roura
www.masterbusiness.com.ec
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