El Club de Malasmadres
es un club de todas, es un club que pretende destapar la verdadera maternidad y
acabar con la imagen de madre perfecta que puede con todo.
En la sociedad actual se
exige mucho a las mujeres, aún más a aquellas que son madres. Se espera que
sean profesionales y madres, pero madres supermadres, y en cambio, la conciliación
familiar es una utopía en nuestros países, además en el momento te conviertes
en madre, parece que pierdes puntos profesionales. Toda esta vorágine de
presiones y exigencias, propias y ajenas, llevó a que Laura Baena creara el Club de Malasmadres, un desahogo y un
grito al mundo de mujeres reales que se ha popularizado mucho en nuestro país.
El Club de Malasmadres es un club de todas, es un club que pretende
destapar la verdadera maternidad y acabar con la imagen de madre perfecta
que puede con todo, al tiempo que trata de acabar con los prejuicios hacia las
diferentes opciones y formas de vivir la maternidad y la crianza.
Fue en la primavera de 2014
cuando nació el Club Malasmadres,
pero su germen viene de mucho antes, de cuando Laura tuvo a su hija y fue
consciente de que la maternidad y la vida en familia no eran el universo
maravilloso que le habían vendido. Para desahogo personal decidió abrir su blog
“Diario de mala madre” en el que relataba sus experiencias, sus más y sus menos
con la maternidad y sus demás facetas como persona, contaba la realidad que
nadie quería o se atrevía a admitir de ser madre, pero todo en clave de humor y
con ironía.
Y triunfó, su blog tuvo
tanto éxito que pasó a convertirse en un alegato que creció y creció hasta
llegar a convertirse en el fenómeno que es hoy en día, con sus 32K de
seguidores en Twitter y sus más de 200.000 fans de Facebook. Han sido
promotoras de campañas por la conciliación como la de #yonorenuncio que tuvo un
gran éxito, y el equipo de personas que forma el Club ha crecido a lo grande,
como la familia de Laura desde que comenzara con esta aventura.
Identificarlas es fácil
gracias a sus TIPs diarios, imágenes vintage sobre las que aparecen frases de
malasmadres cargadas de humor e ironía, en ellos se refleja la filosofía del
club, cuyo principal objetivo es "reírse, compartir los intentos fallidos
por ser madres perfectas y gritar al mundo: 'soy mala madre'". Vaya por
delante que estas madres protestan e ironizan sobre la maternidad pero adoran a
sus hijos, es a la idea ideal de maternidad y a las exigencias que les impone
una sociedad (que en realidad no está a la altura) a lo que plantan cara con
todo el humor y la creatividad que son capaces de reunir.
Paso a paso el Club crece y
cuenta con un gran equipo de colaboradoras que vuelca toda su sabiduría en el
blog para disfrute e información de todas las mujeres que lo forman. Comenzando
con Laura, creativa publicitaria y fundadora del Club, el listado sigue con Amelia
Baena, periodista que dirige los contenidos del blog, e Isabel de la Sierra,
Directora de Arte del Club.
Junto a ellas mujeres,
madres y profesionales de variados ámbitos colaboran día a día: economistas,
sanitarias, terapeutas y psicoterapeutas, maestras, emprendedoras del mundo de
la belleza o la decoración, periodistas, veterinarias e incluso madres
expatriadas que muestran una vuelta de tuerca más en el mundo de la maternidad.
Casi cualquier ámbito está cubierto por las malasmadres del Club, que además
viven abiertas a que se les propongan temas que tratar o dudas que intentar
resolver entre todas, además de tener la puerta a nuevas colaboradoras que
deseen participar con contenidos de calidad.
El fenómeno ha sido un boom
en las redes sociales y ha supuesto una oportunidad de negocio para el Club,
que desde hace un tiempo vende camisetas con sus lemas y otros objetos y
complementos de soymalamadre.com,
además de tener un libro en las estanterías de las librerías: “Soy buena/mala
madre”, el Libro del Club que con sus 220 páginas se publicó con Lunwerg en
2015.
Laura ha conseguido, a
través de la sinceridad y el humor, formar un Club que no para de crecer y que
se ha convertido en su forma de vida y su pasión, con el que comparte con otras
mujeres y aprende cada día, y que además resulta rentable de muchas formas,
sobre todo, para las reivindicaciones que todavía son necesarias para la
maternidad y el futuro de nuestro país.
Recurso: Infocif