jueves, 11 de mayo de 2017

¿Hacia dónde camina el mundo del trabajo?

Que el mundo cambia a un ritmo cada vez más rápido debido al auge de las nuevas tecnologías es un hecho tan constatable como lo es también que con ello cambia la manera de relacionarnos y la manera en que trabajamos. El cambio es la clave.

En estos últimos años, fruto de este proceso de cambio, han surgido nuevas profesiones como por ejemplo la de Community Manager, pero también otras tareas que por ejemplo hacíamos de manera manual, pasan a ser realizadas por máquinas y sistemas operativos que controlan procesos y así en fábricas donde antes eran necesarios varias decenas de trabajadores, ahora con unos pocos se puede llevar a cabo el mismo proceso de producción y de manera más rápida y eficaz, lo que a su vez lleva emparejada una reducción de puestos de trabajo.

El Trabajo del Futuro
No todo son malas noticias para el empleo, surgen nuevas oportunidades y necesidades y todo este proceso debería de llevar asociado una mejora en la calidad de vida del trabajador y de la sociedad en su conjunto. En ocasiones, nos encontramos que estos cambios llevan consigo una destrucción de empleo y con que el trabajador no está formado para asumir otros roles, por lo que la formación continua del trabajador va a jugar un papel fundamental como veremos a continuación.
Los nuevos yacimientos de empleo deben surgir con el propósito de ofrecer soluciones a los problemas actuales y a los que van a ir apareciendo en el futuro. Estos actúan como nichos de empleo y entre otros podemos destacar:

1.- Envejecimiento de la población:
Ofrecer servicios a este segmento de la población, de personas que se encuentran en edad de jubilación y con plenas facultades físicas y mentales y a aquellas que ven reducidas las mismas es ahora un nicho de empleo claro con vistas a un futuro próximo.
La formación, a través de un aprendizaje activo orientado a ejercitar las habilidades cognitivas así como las actividades culturales en las que se vean implicados ejercitando sus capacidades, constituye una gran oportunidad para nuevos profesionales que se encarguen de llevar a cabo estas tareas. Pensar en todo aquello que pueden seguir realizando requerirá a su vez una importante labor de planificación. 

2.- Energías alternativas y cambio climático:
Sustituir y renovar los sistemas actuales de producción y de consumo por otros en los que las energías limpias sean las protagonistas. Se requiere una importante labor de investigación, planificación, desarrollo y mano de obra que conllevara consigo una mejora de la calidad de vida y a priori un abaratamiento del consumo así como una reducción de costes que pueden revertir en la creación de puestos de trabajo.

3.- Calidad en el trabajo:
Deberíamos de tender a una sociedad más competitiva en la que cada vez serán necesarias menos horas de trabajo por la introducción de nueva tecnología en muchos puestos. La calidad por tanto va a ganar peso y será la clave en todos los servicios que se ofrezcan, y aquí las Administraciones Públicas deben de ser pioneras a la hora de abordar los problemas reales de la sociedad.
Reinvertir el pago de prestaciones sociales por inversiones orientadas a la formación y a la empleabilidad de las personas en situación de desempleo es una decisión que debe de ser tomada con determinación por los Organismos públicos. No tiene sentido que haya sanitarios en el paro mientras haya listas de espera en la Sanidad, y además dentro de este campo se debe invertir en políticas de prevención de enfermedades y promoción de la salud.
4.- Mejora de los entornos habitables:
Calidad y servicios son de nuevo los protagonistas. Hacer de las calles de nuestros pueblos y ciudades entornos más saludables, con mejores servicios como zonas verdes, calles libres de barreras arquitectónicas, implantar las nuevas tecnologías y maquinarias al servicio de las personas.
Nuevamente se requiere la actuación de profesionales formados para llevar a cabo una importante tarea de planificación y puesta en marcha de mecanismos, que modernicen y simplifiquen procesos habituales en el día a día de las personas.

5.- I+D+I:
(Investigación+Desarrollo+ Investigación+...)
Ser pioneros a la hora de desarrollar soluciones a los problemas actuales y anticiparnos a los que van a ir llegando, un coste a corto y a medio plazo, pero sin duda una inversión de futuro en biotecnología, nuevos materiales, diseños, etc.
6.- Ocio y tiempo libre:
Nuevos puestos orientados a ofrecer nuevos servicios que la sociedad actual demanda e irá demandando como por ejemplo actividades culturales y de administración del tiempo libre al que deberíamos de tender, donde la Formación ocupará un papel protagonista.

¿Cómo será el trabajador del futuro?
No es difícil imaginar que ante una situación cada vez más cambiante, LA FORMACIÓN como señalábamos anteriormente y LA CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN a nuevos entornos, son puntos fuertes, que junto a LA FLEXIBILIDAD van a facilitar la inmersión a las necesidades de nuestra empresa, o bien poder incorporarnos con mayor facilidad a nuevos puestos de trabajo. Se va a requerir cada vez más “aprender a aprender”
Uno de los puntos fundamentales que debemos de abordar y trabajar tanto dentro como fuera de las empresas es el de la capacitación para poder ocupar un puesto, llevando así procesos de selección centrados en la idoneidad y adaptabilidad del trabajador, para lo cual es imprescindible hacer mucha pedagogía eliminando cualquier prejuicio existente con el tema de la edad para poder centrarnos exclusivamente en esa adaptación futura del trabajador al puesto.
Las habilidades sociales y comunicativas son uno de los puntos fuertes que si bien siempre han sido necesarias para la gran mayoría de los puestos, en un futuro van a jugar un papel más importante en donde “el qué y el cómo se dice” van a ser claves.

La mejor preparación es estar preparado.
Analicemos cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles. Formarnos y estar abiertos a aprender durante toda nuestra etapa profesional nos va a dotar de mejores herramientas para poder trabajar, y sobre todo para poder elegir con mucha más facilidad y probabilidades de éxito dónde queremos trabajar.

Por último poder ofrecer soluciones a nuestras empresas o potenciales empresas, adelantándonos a las necesidades de nuestros clientes o empleadores, va a ser otro punto fuerte destacable en la experiencia de cada uno de nosotros, lo que requiere un mayor conocimiento de nuestro entorno en pleno proceso de internacionalización.
Fuente La Nueva Ruta del Empleo



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