jueves, 4 de mayo de 2017

¿Sufre de dolor en las articulaciones, es decir, Artritis?

Conozca las causas de la ARTRITIS REUMATOIDE, y como Los científicos continúan buscando las maneras de mejorar el tratamiento.
La hinchazón, la rigidez y el dolor en las articulaciones pueden ser un signo de artritis. La ARTRITIS REUMATOIDE es una de las formas más comunes. El dolor y la rigidez pueden interferir con su vida cotidiana, en casa y en el trabajo.
Para algunas personas, la enfermedad es leve, pero a otras puede causarles discapacidad.
Existen más de 100 tipos de artritis.
La artritis es una inflamación de las articulaciones. Existen más de 100 tipos de artritis. Si bien los síntomas pueden ser similares, las causas subyacentes varían. La osteoartritis es el tipo más común de artritis. Es mucho más común que la artritis reumatoide.
La osteoartritis es causada por el uso y el desgaste de las articulaciones. En la ARTRITIS REUMATOIDE, el sistema inmunitario, que normalmente ayuda a proteger el cuerpo de las infecciones y enfermedades, comienza a atacar el tejido articular.
La artritis reumatoide puede afectar todo el cuerpo.
Cualquier persona puede tener artritis reumatoide. La enfermedad suele comenzar en la mediana edad o después. Pero puede aparecer a cualquier edad. Incluso los niños a veces tienen un tipo de artritis similar. Algunos tipos de artritis afectan una articulación por vez, pero la artritis reumatoide puede afectar todo el cuerpo.
No hay una única prueba para detectar la enfermedad,
y no es fácil de diagnosticar.
Es importante recibir el diagnóstico correcto porque cada forma de artritis necesita tratarse de manera diferente. Para diagnosticar la artritis reumatoide, los médicos utilizan su historia clínica, exámenes físicos, radiografías y análisis de laboratorio.
"La inflamación en las articulaciones en la artritis reumatoide es blanda y muy diferente de las protuberancias óseas duras en las articulaciones de los dedos que a veces se presentan en la osteoartritis", explica el Dr. Michael M. Ward, quien supervisa las investigaciones sobre artritis reumatoide de los NIH.
Sus articulaciones pueden estar enrojecidas y calientes. El dolor y la rigidez pueden ser peores cuando recién se despierta o ha estado descansando durante un período prolongado. Con el paso del tiempo, el sistema inmunitario daña el tejido resistente y flexible (cartílago) que recubre las articulaciones. Este daño puede ser grave y deformar sus articulaciones.
Los científicos no saben exactamente qué causa
la artritis reumatoide.
Probablemente se trate de una combinación de factores genéticos y disparadores ambientales, como el humo del cigarrillo o los virus. Las hormonas también podrían tener un rol en su aparición. La artritis reumatoide se diagnostica más a las mujeres que a los hombres. La enfermedad a veces mejora durante el embarazo, o tiene un empuje después de él.
Lo que los científicos sí saben es que el daño es causado por un sistema inmunitario que funciona mal.
El sistema de defensa del organismo ataca por error la membrana que recubre las articulaciones, como en las muñecas, los dedos de las manos y los dedos de los pies. También pueden verse afectadas las articulaciones del cuello, las rodillas, las caderas, los tobillos y otras.
"Se supone que el sistema inmunitario nos protege", dice la Dra. M. Kirsten Demourelle, experta en artritis financiada por los NIH en el Anschutz Medical Campus de la Universidad de Colorado. "Se supone que ayuda a combatir las infecciones. Pero en la artritis reumatoide, por razones que todavía desconocemos, el sistema inmunitario se confunde y comienza a atacar las articulaciones."
La artritis reumatoide no tiene cura.
Pero hay tratamientos efectivos.
El tratamiento puede aliviar el dolor, reducir la rigidez y la inflamación de las articulaciones y evitar un daño mayor.
Los avances en las investigaciones han mejorado los resultados de los pacientes en los últimos 10 a 20 años. Los médicos ya no esperan para tratar a una persona con artritis reumatoide.
Ahora saben que deben empezar el tratamiento de inmediato, antes de que el daño en las articulaciones empeore. La detección precoz es muy importante para mejorar la probabilidad de que el tratamiento sea exitoso.
"Si logramos que su enfermedad tenga una actividad baja a los 6 meses y que entre en remisión (sin signos de enfermedad) en un 1 año, tenemos una probabilidad increíblemente alta de que la enfermedad tenga un impacto mínimo en su vida", dice la Dra. Vivian P. Bykerk, investigadora sobre artritis financiada por los NIH del Hospital para Cirugía Especial de Nueva York.
Hay muchos tipos de medicamentos disponibles. Muchos de los medicamentos, como los AINES (antiinflamatorios no esteroideos) y los esteroides reducen la inflamación. Estos medicamentos se pueden utilizar en combinación con otros que han mostrado ralentizar la destrucción de las articulaciones.
Científicos de los NIH ayudaron a desarrollar una nueva clase de medicamento para la artritis reumatoide llamados inhibidores de la quinasa Janus (JAK por sus siglas en inglés).
Estos medicamentos suprimen la respuesta inmunitaria del organismo. Hace varios años, el primer medicamento de este tipo fue aprobado por la FDA para tratar la artritis reumatoide moderada a grave. Los investigadores continúan investigando nuevos tipos de medicamentos y combinaciones de medicamentos.
"Realmente tenemos que confiar en nuestra experiencia. Tenemos en cuenta la combinación de los signos, los síntomas y los resultados de los análisis de sangre para elegir el tratamiento adecuado", explica Bykerk.
Una vez iniciado el tratamiento para la artritis reumatoide, los pacientes deben hacerse chequeos frecuentes.
Los médicos pueden tener que probar y ajustar varios medicamentos o combinaciones de medicamentos para determinar cuál es mejor para cada persona. Por lo general, los tratamientos deben continuarse a largo plazo para mantener la enfermedad bajo control. Algunas personas presentan síntomas durante años o incluso durante toda la vida. A veces, luego de meses de tener síntomas leves, estos empeoran de nuevo.
Bykerk también trabaja con un equipo de científicos apoyados por los NIH que buscan enfoques de tratamiento más efectivos.
El equipo analiza tejido articular y muestras de sangre de personas con artritis reumatoide para entender mejor los genes y las proteínas que disparan e impulsan la enfermedad.
Los investigadores buscan entender por qué algunas personas responden de manera diferente a los diferentes tratamientos. También esperan algún día poder adaptar los tratamientos a cada persona.
Otros estudios exploran durante cuánto tiempo las personas deben continuar con el tratamiento una vez que la enfermedad está bajo control para evitar que regrese.
La artritis reumatoide puede afectar prácticamente cada área de su vida, desde su trabajo hasta sus relaciones personales. Si tiene artritis reumatoide, puede hacer muchas cosas para ayudar a mantener su estilo de vida y una perspectiva optimista.
El ejercicio ayuda a mantener los músculos sanos y fuertes, a preservar la movilidad de las articulaciones y a mantener la flexibilidad.
El descanso ayuda a reducir la inflamación articular, el dolor y la fatiga. Pregúntele a su médico como lograr el mejor equilibrio entre ejercicio y descanso para su caso particular.
Los nuevos avances de las investigaciones continúan ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas con artritis reumatoide. Hable con su médico sobre cómo tratar el dolor y la rigidez articular para poder llevar una vida plena, activa e independiente.
Referencias: Rheumatoid arthritis Smolen JS, Aletaha D, McInnes IB. Lancet. 2016 Oct


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