martes, 24 de noviembre de 2015

“SUPERMAMÁS”: madres y emprendedoras.!


Ser madre implica multitud de responsabilidades y ser emprendedora, también.
Ser madre te convierte, desde el mismo día del parto y sin avisar, en una auténtica heroína. De repente, dormir, Ser madre es además de uno de los momentos más felices de la vida de toda mujer, un reto personal y profesional. Si además eres emprendedora o profesional independiente, te conviertes automáticamente en una Supermamá!
Ser madre te convierte, desde el mismo día del parto y sin avisar, en una auténtica heroína. De repente, dormir, comer y esas otras necesidades vitales que parecían tan básicas, pasan a ocupar un segundo plano. Descubres que nunca habías exprimido tanto 24 horas, pero pese a todo logras sobrevivir. ¿Quién te iba a decir que la baja maternal sería tan dura?
Con la llegada del bebé, el mundo laboral se paraliza. Las mujeres emprendedoras tenemos derecho, como las asalariadas, a una baja de 16 semanas retribuidas, aunque ser el alma de un negocio exige trabajo extra. Antes del parto, hay que ocuparse de dejar todo atado y bien atado: delegar en alguien de confianza o buscar a un responsable para dejarlo a cargo, informar a todos los clientes, cerrar asuntos que dependen exclusivamente de ti, etc. En este punto, es importante que conozcas bien cuáles son los derechos que te corresponden como madre emprendedora
Después del parto, la recuperación física y los cuidados del pequeño absorben la mayor parte de las horas. No obstante, el tiempo pasa rápido y antes de que quieras darte cuenta habrá llegado el momento de retomar la actividad. Para que esa vuelta se te haga menos cuesta arriba, atenta a estos consejos:
Mantén el contacto con la empresa
Intenta no despreocuparte por completo de lo que ocurre en tu negocio, aunque estés de baja. Recuerda que sigues teniendo capacidad de mando y que tu deber es controlar lo que ocurre en la empresa. Esto no significa que debas estar llamando continuamente a la oficina. Confía en la persona que dejaste a cargo, pero guíala. Pídele que te ponga en copia en los correos electrónicos, queda a tomar café y dile que te cuente todas las novedades. Si hay que tomar decisiones importantes, tú tendrás la última palabra, así que lo mejor es que estés bien informada.
Divide y vencerás
Ser madre implica multitud de responsabilidades y ser emprendedora, también. Lo importante es que seas consciente de que no todo el trabajo es cosa tuya, ni en casa ni en tu empresa. Las tareas del hogar y el cuidado del bebé deben ser una cuestión compartida con el padre. En el caso de que seas madre soltera o que necesites refuerzos extra, acude a una guardería, busca apoyo en el resto de la familia o contrata a alguien.
En el caso del negocio, si tienes empleados, reparte el trabajo. Si eres autónoma, durante este período deberás afrontar que la persona que has dejado a cargo estará a la altura. Además, puede que incluso sea un primer paso para empezar a crecer.
Haz una vuelta progresiva
Empieza poco a poco para ir adaptándote. Si has estado informada de lo que ocurría en tu ausencia, te será más sencillo recuperar el mando. Si no, comienza por ponerte al día. Hacer 12 horas del tirón no te ayudará en nada a ser más productiva.
Establece un horario de trabajo
El bebé ha cambiado tu vida más de lo que puedes imaginar. Necesitas pasar tiempo con tu hijo y, para eso, te conviene ponerte un horario y saber respetarlo. Todas hemos pasado horas en la oficina sin mirar el reloj hasta que acababa el trabajo, pero eso no es sano ni físico ni mentalmente. Cuando aprendas a compaginar tu trabajo con tu familia serás más feliz e incluso más productiva.
Ten paciencia

Al principio será complicado, pero pronto lograrás hacerte con todo. Solo es cuestión de organización y de tiempo. El estrés y los nervios son malos aliados, así que tómatelo con filosofía y la vuelta a la rutina será mucho más sencilla. Al fin y al cabo, eres una “supermamá” y eso se nota. ¡Confía en ti!
Fuente Nuria Molina

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