Hacer
bien una crítica y que resulte constructiva para la persona que la recibe no es
tarea fácil y menos en un entorno laboral donde hay muchos intereses en juego (personales, profesionales, empresariales).
Es
importante buscar el momento adecuado y la mejor forma de hacer una crítica.
Tendemos a identificar una crítica como
algo negativo, aunque sea constructiva, pero una crítica constructiva hecha
desde el respeto y la empatía, puede ayudarnos a identificar áreas en las que
podemos mejorar en nuestro trabajo. No importa quién reciba la
crítica, si un empleado, un directivo, un colaborador, lo importante es que si
es constructiva encierra una lección que aprender.
El método sándwich
Se trata de uno de los métodos más
conocidos para hacer una crítica. En un artículo de la revista Psychology Today
se explica este método que consiste en comenzar diciendo algo bueno de la persona y de
su trabajo, luego decir lo que debe mejorarse siempre desde la empatía y el
respeto, y finalmente, terminar con otra cosa buena sobre la persona.
Se trata de un método sencillo y que
muestra a la persona que recibe la crítica aspectos positivos y aspectos
negativos o a mejorar, por lo que existe un equilibrio y muestra que se valora
también lo bueno.
Consejos para hacer una buena crítica
constructiva
El método anterior puede completarse con
una serie de consejos para hacer la crítica de forma adecuada y que la otra
persona no se sienta mal o sienta que no valoramos su trabajo:
No hagas la crítica en público
Antes de nada, es importante evitar
hacer una crítica a otra persona delante de otras, porque puede ser percibida como una humillación en público. Por ese
motivo, busca un momento para hablar con la persona a la que quieres comentar
los aspectos a mejorar y hazlo cara a cara.
No personalices
Es muy importante no personalizar en lo
que digas, es
decir, evitar frases como “tú hiciste…” o “deberías….”. Es mejor utilizar un
lenguaje más neutro con expresiones como: “esto no está muy claro…” o “esto se
podría hacer de otra forma…”
Utiliza un lenguaje claro
En ocasiones cuando queremos hacer una
crítica a otra persona tendemos a evitar el tema dando rodeos por miedo a su
reacción, pero es necesario hablar
directamente, ir a lo que debemos decir y expresarlo claramente.
Escucha a la otra persona
Otro aspecto importante consiste en
escuchar a la persona a la que le estamos haciendo la crítica constructiva. Se trata de una escucha activa y de valorar
sus argumentos y los nuestros. A lo mejor la respuesta de la otra persona
nos hace replantearnos la crítica.
Haz la crítica con tacto
Utilizar un lenguaje directo para hacer
la crítica no significa que no debamos de tener tacto en lo que decimos. Siempre debemos de partir del respeto y de
la empatía al hablar con la persona que recibe la crítica, ponernos en su
lugar. Debe existir una comunicación fluida para generar confianza y que cada
persona saque lo mejor de sí misma.
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