Si una empresa que atraviesa un momento de dificultad, transmite en sus
mensajes y en su conducta la idea de que con esfuerzo colectivo se logrará superar el periodo
de crisis, está enviando a sus empleados un mensaje de
seguridad y de tranquilidad.
¿Cómo hacer que su eficacia y compromiso
aumente en el trabajo?
Si se fomenta
una atmósfera en el que todas las personas pueden comunicarse con respeto y
autenticidad (y no un ambiente basado en prejuicios y etiquetados), y se genera
un sentido de comunidad cuyo objetivo es la conexión y las relaciones de afinidad; si además, las personas se sienten atendidas y apoyadas ante las
dificultades y los errores, en lugar de
verse juzgadas y atacadas como personas,
esa relación de fidelidad y afinidad aumentará de manera sostenida.
Si por otra parte, a esas
personas se les da responsabilidad para que aporten iniciativas y “terreno para
correr”, entonces su situación mental, emocional y fisiológica permitirá que su
potencial individual trabaje a nivel desconocido, ya que empezará a activarse
cualidades dormidas, como la creatividad, que solo florece en el ser humano
cuando se siente libre y puede enfocar su destino hacia el que avanza
ilusionado y cargado de energía vital, en lugar de tener su atención dividida
al sentir que sus necesidades más básicas no son
ni mínimamente cubiertas.
Las empresas de hoy, si
quieren aumentar de manera sustancial sus resultados y hacer frente al cambio,
no adaptarse a él, sino generándolo, tiene que empezar a “mimar” más a sus
empleados.
Cuanto más
profundas sean las relaciones, mayor
y mejor serán los resultados.
El
principal negocio en los negocios es conectar con las
personas y añadirles valor.
No olvidemos que una
empresa no es más que una iniciativa humana que une a varias personas entorno a
un sueño, que las anima a expresar sus talentos al máximo, y aportar un gran
valor a aquellos a los que sirven...
Al ritmo frenético al que
trabajamos, es fácil sacrificar las relaciones en favor de los resultados, pero
la realidad es que cuantos más fuertes sean los
lazos entre tus compañeros y tú, así como las relaciones con los clientes para
los que trabajabas, mejores serán los resultados.
Cuanto más aportes a todos
los elementos implicados en la empresa (desde
compañeros hasta tus clientes), mayor será el éxito financiero de tu
empresa y el de tu propia carrera.
Si me concentro en tratar bien a los
demás y en ser útil de todas maneras posibles, el resultado será
el éxito personal.
El ser humano ha de dejar
de ser un medio para conseguir resultados y empezar a ser un fin por sí mismo;
entonces los resultados se producirán de manera natural y en gran abundancia.
Según lo expuesto,
podríamos re-dibujar la pirámide de Maslow teniendo en cuenta lo que las
personas deseamos encontrar en nuestro entorno laboral.
La pirámide
quedaría más o menos así:
¿Compensamos realmente las
motivaciones de los demás?
Entendida la pirámide de las necesidades de Maslow,
debemos cuestionarnos como lo estamos haciendo hasta ahora: ¿estamos ayudando o
no a que nuestros colaboradores puedan cubrir sus necesidades?
Esta pregunta es importante, ya que no se puede exigir
fidelidad a la empresa, si la empresa no muestra un interés claro por entender
y cubrir las motivaciones de aquellas personas que trabajan en ellas, es decir,
si la empresa no deja de desmotivar
activamente a sus trabajadores.
A continuación, vemos algunos puntos para entender con
mayor claridad cómo podemos hacer que
las personas que trabajan con nosotros sientan mayor motivación:
·
¿Por qué hacer un trabajo creativo es lo que más nos satisface a las
personas? Todos
nacemos con altas capacidades creativas, pero nuestro sistema educativo, social
y familiar, no favorecen que dichas cualidades se activen. Por tanto, es importante que
se estimulen la producción de iniciativas y que se vaya
perdiendo poco a poco el miedo a la equivocación.
Cuando uno ve que su imaginación y sus iniciativas han
podido mejorar un proceso, un producto o una relación con otra persona, se siente profundamente alegre.
·
¿Por qué a las personas nos importa estar informadas y participar en las
decisiones que nos afectan? Porque si la información fluye de manera continua, es
mucho más fácil que los rumores (esa forma pobre y
caótica de comunicación) se ponga en marcha y que se generen
supuestos que muchas veces nos llenan de dudas y de preocupaciones.
·
¿Por qué crece la autoestima cuando se consiguen objetivos que parecían
inalcanzables? Todos podemos alcanzar
cosas mucho más mayores de lo que pensamos, y aprender a romper nuestros
aparentes límites, nos llena de autoconfianza y de sentido de valor. Y para ello,
tenemos que salir de nuestra zona de seguridad y aceptar riesgos.
La excelencia es imposible de alcanzar si no tenemos
permisos para equivocarnos.
·
¿Por qué las personas necesitamos estímulos para crecer, progresar y
desarrollar nuevas habilidades? La necesidad de evolución permanente no es sólo física
sino también mental. Necesitamos la experiencia de hacer frente a desafíos y
superarlos; salir de nuestra zona de seguridad, superar nuestros miedos y
crecer.
Una
cultura que genere miedo al riesgo entre su gente nunca puede motivarles para que
saquen lo mejor que hay en su interior, porque la ansiedad ante el posible
fracaso paraliza aquellos recursos personales que en otras situaciones se
hubieran activados.
·
¿Por qué las personas necesitamos sentirnos respetadas y saber que los
demás se interesan por nuestras necesidades? Uno se siente respetado, cuando se le escucha con la
atención interesada de un niño y no con la atendió paciente y educada de un
adulto.
Los seres humanos tendemos a centrarnos en nosotros
mismos y
pensar que nuestro punto de vista sobre distintas cosas es la verdad absoluta.
Cuando
alguien siente que su punto de vista no interesa nada, entonces no se siente
respetado y por consiguiente no puede llegar a confiar. Nadie confía plenamente
en alguien que no le transmite respeto.
Fuente Sergio
Llul
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