sábado, 22 de abril de 2017

¿Vamos a seguir empleando recursos en educar a futuros desempleados?

Se estima que para el año 2021, SIETE MILLONES DE EMPLEOS SE PERDERÁN DEFINITIVAMENTE POR LOS AVANCES TECNOLÓGICOS, en un mundo donde la población no para de crecer. Esto nos plantea la siguiente interrogante:
¿Estamos empleando recursos en educar a futuros desempleados?
Todos sabemos, que los avances tecnológicos que están generando esta marea de cambio acelerado y continuo en el mundo son: internet móvil, la tecnología de nube, aumento del poder de los procesadores, big data, las energías alternativas, internet de las cosas, economía colaborativa, robótica y transporte autónomo, inteligencia artificial, avance de las manufacturas, impresión 3D, avances en los materiales, biotecnología.
Además sabemos, que está en auge EL TELETRABAJO, lo que nos hace pensar que EN EL FUTURO DESAPARECERÁ EL TRABAJO DE OFICINA
Dadas estas olas tecnológicas disruptivas, los empleos más amenazados serán: los administrativos y de oficina, producción y manufactura, construcción, y extracción de energías fósiles.
Cabe que nos preguntemos, entonces: ¿tiene sentido seguir financiando aulas de clase e instituciones presenciales, SI NI SIQUIERA EXISTIRÁN LUGARES DE TRABAJO PRESENCIALES?

¿Qué debemos enseñar y que no enseñar?
La educación del futuro no estará basada en la cantidad de conocimiento que la gente acumule, porque éste se generará por segundo en un mundo dominado por el avance tecnológico..
Los sistemas educativos del futuro deberán ser capaces de ser estar disponibles para cualquier persona, en cualquier momento y lugar de sus vidas. La educación del futuro deberá apoyarse en las tecnologías de comunicación para LLEVAR EL APRENDIZAJE A TODAS PARTES Y A TODAS LAS PERSONAS QUE SEA POSIBLE.
En cuanto a las instituciones, deberán ser tan flexibles que den cabida a diferentes tipos de personas. Por las razones mencionadas, la apertura educativa deberá ser del todo incluyente, beneficiando tanto a personas con discapacidades como personas que vivan en zonas de difícil acceso.
La educación del futuro deberá ser forjadora de capacidades flexibles de aprendizaje
Por ende, el mayor reto de la educación de los países latinoamericanos, será forjar APRENDIZAJE FLEXIBLE, considerando los tipos de inteligencia múltiples (Howard Gartner), llevando el principio de especialización a un nivel de detalle, que permita detectar el método apropiado a cada tipo de inteligencia, desde la más temprana edad, y potenciando con los avances tecnológicos las capacidades de cada quien.
De eso dependerá el éxito de las personas y no la frustración de millones sometidos a un sistema único que no respeta las diferencias.

¿Qué se debe enseñar en un sistema educativo flexible?
En el futuro, todos los sectores económicos tendrán que reinventarse. El avance tecnológico acortará la vida útil de las habilidades de las personas, que se verán obligadas a estudiar toda su vida, como propone el modelo educativo finlandés, el mejor del mundo.
Lo que se debe enseñar en un sistema educativo flexible debe estar enfocado a potenciar las fuentes de felicidad de las personas, desarrollando habilidades socio-emocionales que permitan que cada individuo encuentre su función óptima en la sociedad, por lo tanto, la ORIENTACIÓN VOCACIONAL debe estar latente desde la educación primaria.
La educación debe potenciar mentes creativas e innovadoras. Además debe ser formadora de valores como actitud, responsabilidad, capacidad de colaboración, iniciativa, persistencia, habilidades de resolución de problemas, autodisciplina y trabajo en equipo.
Las habilidades más demandadas entre el 2021 y el 2030 serán: resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, gestión de personal, coordinación con otros trabajadores, inteligencia emocional, juicio y toma de decisiones, orientación al servicio, negociación y flexibilidad cognitiva.

Vale preguntarse: ¿las instituciones educativas latinoamericanas están enseñando esto?... Menudo reto.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario